Desvinculan al primer ministro norirlandés del escándalo sexual de su esposa

  • El ministro principal norirlandés, Peter Robinson, no violó el código de conducta política ni cometió irregularidades cuando su esposa, Iris, ayudó a abrir una cafetería en Belfast a su examante, 39 años más joven que ella, según dijo hoy el Comité de Estándares de Stormont.

Dublín, 10 sep.- El ministro principal norirlandés, Peter Robinson, no violó el código de conducta política ni cometió irregularidades cuando su esposa, Iris, ayudó a abrir una cafetería en Belfast a su examante, 39 años más joven que ella, según dijo hoy el Comité de Estándares de Stormont.

Este comité del Parlamento norirlandés comenzó a investigar este asunto después de que a final de 2009 se destapó un escándalo sexual y financiero protagonizado por Iris, de 65 años, y Kirk McCambley.

Al presentar hoy el resultado de esas pesquisas, el presidente de citado comité, Douglas Bain, exoneró a Robinson, líder del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), formación ultraconservadora fundada por el reverendo protestante Ian Paisley.

Por contra, Bain aseguró que Iris, quien abandonó su escaño de diputada por este asunto, violó las normas parlamentarias al ocultar que recibió dinero de dos constructores para ayudar a su joven amante a montar su negocio.

Un reportaje de la cadena británica de televisión BBC había revelado que la esposa del ministro principal, aprovechando sus influencias, ayudó a McCambley a montar una cafetería con fondos conseguidos de dos empresarios del ladrillo, unas 50.000 libras en total (62.000 euros).

Ese medio también acusó a Iris, quien estuvo ingresada después del escándalo durante un tiempo en un centro psiquiátrico para recibir terapia, de pedir a su novio que le diera a ella 5.000 libras (6.200 euros) de aquel fondo.

La licencia para regentar el Lock Keepers Inn Cafe se la concedió al amante de Robinson el municipio de Castlereagh, situado a las afueras de Belfast y del que Iris Robinson era miembro, aunque sus autoridades ya determinaron en 2011 que esa decisión se tomó de acuerdo con la legislación vigente.

Aquel escándalo obligó a Peter Robinson a dejar su cargo durante seis semanas para que una investigación gubernamental dilucidara si estaba al corriente del dinero que su mujer recibió de los dos constructores para dárselo a su amante.

El líder protestante retomó después su puesto y, aunque fue castigado en las urnas en las elecciones generales británicas de 2010, su partido y su propia figura se recuperaron en sucesivos comicios, que han confirmado al DUP como la mayor fuerza política de la provincia.

La situación de los Robinson sirvió, no obstante, para que sus enemigos atacasen el fundamentalismo religioso del DUP, defensor, por ejemplo, de los valores familiares tradicionales, y feroz crítico de las relaciones homosexuales o del aborto.

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