El detalle más emotivo y motivador de la boda de la princesa Eugenia de York

El pasado viernes fue un día grande en Reino Unido. Se celebraba la boda de la princesa Eugenia de York con el empresario Jack Brooksbank, su novio desde hace ocho años. La ceremonia se celebró en el Castillo de Windsor -el mismo lugar donde se casaron Harry y Meghan-y los festejos se alargaron durante todo el fin de semana, al más puro estilo 'millennial'.

Lo más comentado de la boda, como sucede habitualmente, fue el imponente vestido de novia de Eugenia, firmado por Peter Pilotto. Un diseño con una espectacular cola y escote bardot con la espalda de pico. Este último detalle, además, no estaba escogido al azar, pues fue una petición expresa de la propia Eugenia que tenía un sentido muy concreto...y emotivo.

Al llevar toda la espalda al aire, el traje dejaba a la vista la cicatriz que recorre toda la espalda de la joven, fruto de una operación de escoliosis, enfermedad que torció su columna y contra la que lleva luchando desde pequeña. Quizá otra novia hubiera buscado ocultar a toda costa esa cicatriz, pero la princesa hizo todo lo contrario, mostrarla para mandar un mensaje de fuerza a todos los que sufren esta dolencia.

Eugenia nunca se ha escondido y ha hablado muy claro de este enfermedad que lleva arrastrando desde niña. Por ello, en un día tan especial, quería tenerlo presente y dar visibilidad a la escoliosis, algo que mucha gente sufre en silencio. Con su gesto, demostró que esa cicatriz es para ella motivo de orgullo porque, a pesar de ella, ha podido salir adelante y ser la mujer que hoy es.

Este gesto ha sido mayoritariamente aplaudido, ya que otra en su lugar, con todos los ojos que tenía encima, hubiera ocultado su espalda. Por eso, Eugenia se ganó el respeto de todos los críticos de moda, que alabaron tanto este primer vestido como el segundo que lució en la fiesta posterior, firmado por Zac Posen en color champagne.