Dirigentes europeos piden actuar ante la crisis migratoria

  • Cientos de migrantes seguían pasando este domingo desde Serbia a Hungría, pese a la valla levantada por el ejército, mientras varios dirigentes europeos instaban a actuar frente la crisis tras la tragedia del camión abandonado en Austria.

A petición de Berlín, Londres y París, los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) se reunirán el 14 de septiembre "para avanzar de forma concreta" ante la crisis migratoria.

En este sentido, los ministros del Interior de Reino Unido, Francia y Alemania abogaron por instaurar en Italia y Grecia, "a más tardar a finales de año", centros que distingan entre refugiados y migrantes económicos irregulares.

Asimismo, pidieron la elaboración de una "lista de países de origen seguros" para "completar el régimen de asilo europeo común, proteger a los refugiados y garantizar la efectividad del regreso de los migrantes ilegales a sus países", según un comunicado conjunto.

Italia convertirá la obtención de un derecho de asilo europeo en la "batalla de los próximos meses", afirmó el domingo el primer ministro italiano, Matteo Renzi, quien instó a Europa a "cesar de emocionarse y comenzar a moverse" en una entrevista al diario Corriere della Sera.

Los migrantes que "huyen de la guerra, las persecuciones, la tortura, las opresiones, deben ser acogidos", afirmó por su parte el primer ministro francés, Manuel Valls.

El jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, consideró "escandalosa" la actitud de algunos países de Europa del Este frente a la crisis de los refugiados, entre ellos Hungría.

Tras estas críticas "chocantes", el ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto, anunció durante la tarde haber convocado el lunes a un representante de la embajada de Francia en Budapest.

El papa Francisco denunció la muerte de los 71 migrantes -probablemente sirios- descubiertos en un camión abandonado en una autopista del este de Austria y pidió "una cooperación eficaz" contra "crímenes que ofenden a la humanidad entera".

En la "ruta de los Balcanes", cientos de migrantes, principalmente sirios, iraquíes y afganos, continuaban su periplo hacia la UE a pie, en bus o en tren.

Cientos de ellos seguían cruzando el domingo desde Serbia a Hungría, a pesar de que las autoridades húngaras completaron la instalación de una valla de 175 kilómetros en la frontera. Durante el mes de agosto, Hungría registró la llegada de 50.000 migrantes.

Pocos se deslizaban por debajo de la alambrada en la que se podían ver jirones de ropa. La mayoría pasaba por la vía férrea, donde no se levantó ninguna valla y por donde los trenes pasan muy lentos.

Miembros de las fuerzas especiales de la policía bordeaban los campos con sus pastores alemanes.

En el sur de Serbia, en medio del aire polvoriento de un centro de acogida de migrantes en Presevo, Samar, una siria de 40 años, madre de dos adolescentes, esperaba sentada sobre un trozo de cartón a que su marido finalizase las gestiones para registrarse ante las autoridades serbias.

"Lo peor de este viaje es la humillación", confió a la AFP. "Estamos en un laberinto, de una cola de espera hacia otra, y ahora aquí en Serbia, la policía nos grita como si fuéramos animales", dice entre lágrimas esta refugiada que huyó de Damasco.

Un empleado de la agencia gubernamental serbia para los refugiados y migrantes reconoció que estaban sobrepasados. "El gobierno serbio quiere ayudarlos, pero sólo tenemos la infraestructura necesaria para unas mil personas" y, cada día, "de 2.000 a 3.000 personas llegan" al país, indicó Dejan Milisavisevic.

La cifra de migrantes que abandona diariamente Grecia rumbo a Europa occidental varía según las fuentes. Mientras Naciones Unidas habla de 1.500 personas, un trabajador humanitario en el lado macedonio de la frontera con Grecia habla de unas 3.500 llegadas diarias.

En Budapest, la policía detuvo a un quinto sospechoso, un búlgaro, en el marco de la investigación sobre el camión abandonado en Austria con 71 cadáveres de migrantes, anunciaron este domingo las autoridades.

Cuatro hombres -tres búlgaros y un afgano- fueron detenidos el viernes y la justicia los acusa de ser los "pequeños ejecutores" de una banda de tráfico de seres humanos.

Un día después de este descubrimiento macabro, la policía austríaca interceptó otro camión que transportaba 26 migrantes, entre ellos tres niños sirios con un "grave estado de deshidratación".

La policía anunció el domingo que estos tres menores, que habían sido hospitalizados, "desaparecieron" con sus padres, probablemente, rumbo a Alemania.

En el mar Mediterráneo, otra de las rutas utilizas por los migrantes para alcanzar Europa, la Media Luna Roja libia indicó que al menos siete cuerpos yacían en la playa de Joms, a unos 120 km al este de Trípoli, tras un nuevo naufragio frente a las costas libias.

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