Discapacidad. El uso de la lengua de signos fomenta la lectura entre adolescentes sordos


Por primera vez, un estudio demuestra que la lengua de signos tiene un impacto favorable en el hábito lector en la educación de jóvenes sordos. Esta es una de las principales conclusiones del estudio ‘La percepción de las personas sordas sobre la lectura: una mirada a la adolescencia’, dirigido por la Fundación CNSE y presentado hoy en Madrid por el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, y la presidenta de la CNSE y su Fundación, Concha Díaz.
La lengua de signos, según el estudio, adquiere una relevancia especial para fomentar la lectura en los adolescentes sordos. El motivo es que dota a estos jóvenes de más habilidades de expresión, enriquece su léxico y facilita su aprendizaje, por lo que les otorga mayores habilidades para ser autónomos y, con ello, facilita su inclusión educativa y social.
El informe ha sido realizado a través de entrevistas en profundidad con jóvenes de la Comunidad de Madrid de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, así como familias y educadores. De él se desprende que las dificultades que encuentran los jóvenes sordos en el ámbito educativo –falta de intérpretes, recursos y herramientas adaptadas a su realidad– complican su inclusión educativa y motiva que el hábito de leer les ocasione un sobreesfuerzo.
Familias y educadores de adolescentes sordos opinan que la lectura es un ejercicio imprescindible para sus hijos y alumnos, esencial para su desarrollo educativo, social y personal. En este sentido, el informe revela que los jóvenes escolarizados en centros bilingües –aquellos con lenguaje oral y lengua de signos– “presentan mayores garantías de éxito” en el ejercicio y fomento de la lectura.
En lo referido a intereses lectores, entre las opciones preferidas destacan los libros propios de adolescentes no incluidos en el ciclo educativo –como, por ejemplo, la saga Crepúsculo–, o cómics, al ser lecturas cuyas temáticas están mucho más adaptadas a los gustos y preferencias de los jóvenes. Este tipo de literatura facilita convertir la lectura en una actividad más placentera para estos alumnos.
El informe evidencia también que hay una concordancia entre adolescentes sordos y oyentes en referencia al interés por la lectura (el 64% lee un libro semanalmente, la mayoría de las veces dentro de los ‘deberes’ escolares y, en menor medida, por afición o animados por sus familias). Además, identifica otros contextos lectores en este colectivo, como el subtitulado (prácticamente el 100% de los adolescentes sordos realizan lectura de subtítulos al disfrutar de la televisión o el cine), para el que, a su vez, las personas sordas reclaman una mayor calidad.
Las nuevas tecnologías, especialmente ordenadores y móviles, han abierto múltiples posibilidades para entrenar y desarrollar habilidades de lectoescritura. Esto proporciona a los adolescentes sordos nuevas herramientas y soportes de acceso a la lectura que promuevan la lectura y determinan, al mismo tiempo, el estilo lector propio de cada uno de ellos.
'La percepción de las personas sordas sobre la lectura: una mirada a la adolescencia’ ha sido realizado por la Fundación CNSE para la Supresión de las Barreras de Comunicación con la colaboración de la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, con el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

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