La trastienda de la familia Quer: Valeria pide no dar protagonismo a su madre

  • Ha acudido al juicio por el asesinato de su hermana Diana junto a su padre y cuando abandonó la sala entre lágrimas habló de su madre.
Valeria Quer llega al juzgado
Valeria Quer llega al juzgado
EFE

A Valeria Quer le arrebataron a su hermana mayor cuando tenía 16 años. Desde entonces, es "una víctima más" de José Enrique Abuín, conocido como El Chicle. En palabras de su padre, los efectos del asesinato de su hermana Diana han sido "demoledores y devastadores" para la pequeña de los Quer, que ayer asistió por primera vez al juicio que está teniendo lugar en Santiago de Compostela. Afrontaba la segunda vista "con la cabeza alta" y, antes de entrar, aseguraba que la "fuerza" para presentarse se la daba su "hermana". Pero Valeria no pudo soportar algunos de los testimonios. Fue valiente pero rompió a llorar. No pudo escuchar que algunos familiares de Abuín le facilitaron la coartada o ver el interior de la nave en la que apareció el cuerpo de Diana 500 días después de desaparecer un 22 de agosto de 2016 en A Pobra do Caramiñal.

Arropada en todo momento por su padre y la presidenta de la asociación Clara Campoamor, Estrella Ruiz, se vino abajo momentos después de empezar esta segunda jornada en la que la exmujer de Abuín relataba cómo le pidió una coartada y que dijera que había estado con él la noche en la que quitó la vida a Diana Quer. "Me dijo que le querían culpar de algo que no había hecho", declaraba Rosario. Y le creyó durante un tiempo. 

Valeria ha tenido que salir a la calle para respirar y ha sido el momento en el que ha hecho una petición ante los micrófonos: "es el momento de darle importancia a mi hermana, no se la deis a mi madre, que no gane el protagonismo que quiere ganar". Ya hizo una declaración similar el pasado 8 de noviembre: "Esperemos que mi madre deje de hacer un show del caso de mi hermana". Ya más tranquila, volvió a la sala donde sí escucho el testimonio de las otras mujeres que detallaban como El Chicle intentó asaltarlas, con Diana ya muerta

El testimonio de Valeria sobre su madre llega 24 horas después de que sus padres escenificaran sus diferencias. Diana López-Pinel abandonó la sala continua al Salón de Bodas en el que se está celebrando el juicio porque no soportaba estar en la misma habitación con su exmarido. Éste llamo a un agente de la Guardia Civil para que quedara constancia de que nada de lo que decía su exmujer estaba sucediendo. 

"¿Después de que me hayan intentado liquidar a qué crees que le tengo miedo?". Esta fue una de las frases que dejaba López-Pinel en el arranque de un juicio esperado más por el impacto público del caso que por la disputa que mantienen en paralelo los progenitores de la víctima. "Señoría, antes de empezar quería hacerle una petición. Quería solicitar su amparo. Vengo a este juicio en blanco. No se me ha entregado ninguna documentación". Así empezaba la madre de Valeria su declaración. Rápidamente el juez intervino: "Señora por favor, guarde silencio. Viene como testigo. Si tiene algún problema con su abogado es una cosa ajena a su declaración como testigo".

Pero no fue la única mención a su mala relación con su expareja. En otras de las preguntas sobre lo que sucedió después de la muerte de Diana aseguraba que "tanto Valeria como yo, no me voy a referir al señor Quer porque no lo voy a hacer, espero que se me respete, caímos en depresión".

El primer día quedó grabada la imagen de los padres cada uno en una punta de las puertas de un juzgado donde este miércoles Valeria ha llegado junto a su padre. Su madre denuncia no saber nada de ella. No comparte que la pequeña de los Quer haya ido al juicio "para pasar por esta situación terrible viendo los escenarios donde asesinaron a su hermana", declaraba a 'Espejo Público' después de escuchar a su hija pedir que no se le diera el protagonismo que buscaba. A estas palabras ha asegurado que "es mi hija y la querré por encima de todas las cosas". López-Pinel asegura que no quiere protagonismo; no sabe si acudirá a otra sesión o no "porque desde que murió Diana sé que esta vida se te puede ir en un segundo. Es mi fórmula para sobrevivir. Ya no me preocupo, me ocupo". E insiste: "Mis compañeras de vida han sido mis hijas". 

Atrás quedan la denuncia que presentó por un supuesto delito de violencia contra la mujer a principios de este mes y, previamente (el 8 de octubre), acudió de noche al cuartel de la Guardia Civil de Majadahonda por una supuesta agresión de su exmarido en un garaje (según su versión, le había golpeado en un pómulo, en la muñeca y luego había intentado atropellarla). Juan Carlos Quer, por su parte, ha presentado en respuesta una querella contra su mujer por injurias y calumnias y con un parte médico que supuestamente refleja que ella le había arañado durante la discusión en el aparcamiento.

En ese momento Valeria Quer se acercó a su madre para decirle que dejara de mentir. Protagonizaron un enfrentamiento en el que la llamó mentirosa delante de los medios y defendió en todo momento a su padre. El pasado día 8 se veía a la pequeña de los Quer salir del juzgado. "Mi madre no sabe ya ni lo que quiere", decía. Juan Carlos Quer aseguraba que se trataba de "una falta de incapacitación infundada, como siempre". El padre de Valeria ya dejaba claro que en estos momentos "lo único importante es concentrar los esfuerzos en el juicio de Diana". Y el primer día de juicio se reiteró: "Aquí no hay padre de Diana, aquí no hay madre de Diana, aquí no hay nada distinto a lo más importante, que es justicia para mi hija. Por favor no permitan que se pierda esa foto".

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