Diversos sectores de Guatemala se unen para salvar al lago de Atitlán

  • Instituciones públicas, privadas y la embajada de Italia en Guatemala han emprendido una iniciativa para salvar al lago de Atitlán de una eventual muerte por contaminación en la próxima década, afirmó hoy Luigi Pierleoni, coordinador del proyecto por la embajada europea.

Guatemala, 30 mar.- Instituciones públicas, privadas y la embajada de Italia en Guatemala han emprendido una iniciativa para salvar al lago de Atitlán de una eventual muerte por contaminación en la próxima década, afirmó hoy Luigi Pierleoni, coordinador del proyecto por la embajada europea.

De acuerdo con Pierleoni, un estudio de la investigadora Margaret Dix para una universidad privada del país confirmó que al lago de Atitlán, situado en el departamento de Sololá (140 kilómetros al oeste de la capital del país), le quedan entre cinco y diez años de vida por su grado de contaminación.

Pierleoni, representante de la Cooperación Italiana de la embajada, aseguró en declaraciones a Efe que, del 31 de marzo al 4 de abril, se llevará a cabo una actividad denominada "Lancha Azul", que recorrerá el lago tomando muestras del mismo para tener un diagnóstico científico sobre su situación actual.

La recolección de datos forma parte de la iniciativa "Yo soy Atitlán", que en las últimas semanas dio sus primeros pasos en su lucha por salvar el lago, con la promoción de foros y actividades con la participación de diversos sectores de la sociedad guatemalteca.

La iniciativa, que es apoyada por dos organizaciones ambientalistas italianas y la gobernación de Sololá, emitió también una declaración sobre el estado actual del lago y el camino a seguir para su recuperación.

Atitlán, uno de los más importantes atractivos turísticos naturales de Guatemala, está ubicado en el centro del departamento de Sololá, rodeado por doce poblaciones de indígenas que dependen directamente del lago.

Actualmente funcionan dos plantas de tratamiento para aguas (de diez instaladas) en el lago y las mas de 450.000 personas que viven alrededor de la cuenca carecen de información apropiada acerca del cuidado de la biodiversidad del mismo, aseguró Pierleoni.

Además, de acuerdo al diplomático italiano, no existe un plan territorial, ni políticas establecidas para el desecho de desperdicios líquidos y sólidos en el lago, cuya superficie es de 125 kilómetros cuadrados.

"Queremos que sea un proyecto con un alto impacto, para que se establezcan mas alianzas estratégicas internacionales y que la gente de la cuenca se enfoque en el desarrolle sostenible", agregó.

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