Dos israelíes muertos en Jerusalén, abatidos los dos agresores palestinos

  • Dos palestinos que atacaron a cuchilladas a palestinos, matando a dos, fueron abatidos por la policía la noche del sábado al domingo en Jerusalén, bajo fuerte tensión después del inicio de las fiestas judías hace tres semanas.

Estos ataques se producen en un contexto de choques diarios en la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se encuentra el lugar que cristaliza las tensiones, la explanada de las Mezquitas, y dos días después de la muerte a tiros de un matrimonio de colonos en el norte de la Cisjordania ocupada.

El ejército israelí, que trata de buscar a los asesinos desde el jueves, anunció el sábado por la noche un número indeterminado de detenciones en una operación en Naplusa que también dejó 10 palestinos heridos por bala.

En Jerusalén, dos israelíes murieron a manos de un joven palestino armado con un cuchillo y otras dos personas resultaron heridas -un niño de 2 años alcanzado por un disparo y una mujer hospitalizada en estado "muy grave". Una de las víctimas corrió a avisar a unos policías y el agresor consiguió hacerse con un arma de fuego que llevaba uno de los dos hombres muertos.

La policía mató al agresor, Mohannad Chafik Halabi, de 19 años, de un pueblo cercano a Ramala, en Cisjordania ocupada, que Yihad Islámica, segunda fuerza islamista en los Territorios Palestinos, identificó y presentó como militante suyo.

Unas horas después, otro palestino hirió seriamente a cuchilladas a un transeúnte en la parte oeste de la ciudad antes de ser abatido por policías.

El presidente israelí, Reuven Rivlin, afirmó que su país está "en lucha contra el terrorismo".

El jefe de la oposición, el laborista Isaac Herzog, estimó en Facebook que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, "perdió el control de la seguridad de los israelíes". "Estamos al borde de una tercera Intifada", añadió.

Washington "condenó enérgicamente" el primer ataque. "Estamos muy preocupados por el aumento de tensiones en Cisjordania y Jerusalén, incluyendo el Haram al Sharig/Monte del Templo", dijo el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, en un comunicado.

El enviado de la ONU a Cercano Oriente, Nickolay Mladenov, también "condenó enérgicamente" el ataque, consideró "tan peligroso para los palestinos como para los israelíes".

El Hamas "saludó" el ataque como un "acto heroico de la resistencia" y Yihad Islámica lo presentó como una "respuesta a los crímenes terroristas" de Israel contra los palestinos.

Con anterioridad, Mahmud Zahar, figura destacada de la línea dura del movimiento islamista Hamas, en el poder en Gaza, llamó a los palestinos a "tomar las armas" en Cisjordania ocupada y Jerusalén para "defender" la explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam y también el lugar más sagrado para los judíos, que lo denominan el monte del Templo.

"La Intifada tuvo lugar (en 1987 y 2000) porque se daban todas las condiciones. Hoy aún más", afirmó Zahar.

El presidente palestino, Mahmud Abas, dijo que teme una tercera revuelta de este tipo.

Por la noche, cuando la policía israelí cerraba todas las entradas de la Ciudad Vieja y los palestinos eran empujados detrás de los numerosos retenes, medio centenar de manifestantes de la extrema derecha nacionalista israelí desfilaron hacia la Ciudad Vieja a los gritos de "guerra" y "el pueblo reclama venganza", presenció un fotógrafo de la AFP. Luego agredieron a varios palestinos o les golpearon el coche.

En Cisjordania, colonos de Bet El, cerca de Ramala, atacaban a los palestinos de los alrededores. El Ejército rodeaba el campo de refugiados de Jalazun, desde donde unos palestinos tiraban con armas automáticas y unos enfrentamientos dejaron al menos un herido, un palestino hospitalizado después de recibir una bala de goma a la altura de la boca, según médicos y policía israelíes.

Desde mediados de septiembre, estallaron numerosos enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes en la explanada de las Mezquitas, donde al anochecer del sábado fueron evacuados jóvenes de la mezquita Al Aqsa, cuando el final de las fiestas judías hacía temer nuevos incidentes.

En las pequeñas calles comerciales de la Ciudad Vieja, se produjeron choques también a diario las últimas semanas a musulmanes que tienen prohibida la entrada a la explanada -cuando Israel impone restricciones de edad- y a judíos que se dirigían al Muro de las Lamentaciones situado en la parte baja.

Con motivo de las fiestas judías de Yom Kipur y de Sukot, que concluyen el lunes, y dada la importancia de la fiesta musulmana del Aid al Adha, la policía desplegó las últimas semanas unos mil hombres suplementarios para hacer frente al flujo de fieles judíos en la Ciudad Vieja.

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