Dudas de peso sobre el salmón transgénico

  • EEUU aborda el peligro sobre la salud y la biodiversidad que podría presentar la comercialización del salmón transgénico.
Diferencia de peso y tamaño entre un salmón transgénico y otro que no lo es
Diferencia de peso y tamaño entre un salmón transgénico y otro que no lo es
lainformacion.com
Sara Acosta

De las autoridades sanitarias en EE.UU depende un nuevo giro en los hábitos de consumo en este país y un cambio en la tendencia para el resto. La Administración de Alimentos y Fármacos (Food and Drug Administration, en sus siglas en inglés, responsable de la regulación, debate esta semana la aprobación del salmón transgénico creado por la compañía AquaBonty, con sede en Massachusetts. De salir adelante, sería el primer animal genéticamente modificado que entraría en los supermercados de EEUU, donde hasta la fecha sólo se comercializan soja y maíz transgénicos.

Pero la FDA no está segura de que esta nueva especie esté exenta de peligro para la salud y para la protección de la biodiversidad. Algunos de sus científicos dicen necesitar más tiempo para dar el visto bueno.

La compañía, que persigue la luz verde de las autoridades estadounidenses desde el año 1995, asegura de nada en esta nueva especie animal la diferencia de un salmón salvaje del Atlántico, excepto que crece más rápidamente. Si un ejemplar natural tarda tres años en desarrollarse hasta ser apto para el consumo, el salmón creado a base de biotecnología acorta ese periodo hasta los 18 meses. Un maná para Aquabonty, que ha invertido 60 millones de dólares en investigación hasta dar con la especie buscada.

En realidad, este salmón de laboratorio no es exactamente igual que el salvaje, aunque a primera vista pueda parecerlo. Las hembras se han fabricado estériles, para que en caso de salir por error de los enormes tanques donde nadan y escapar al océano, no contaminen la especie. Tampoco las hormonas son las mismas. En realidad se trata de una mezcla de tres especies: el salmón común, el zoarces americanus (de la familia de las anguilas) y el Chinook, el más grande de los salmones. El resultado es un pez híbrido, aunque en apariencia parezca un salmón.

El proyecto de Aquabonty es incubar huevas genéticamente modificadas, llevarlas a Panamá, donde crece el salmón salvaje más parecido, procesarlos y devolverlos a Estados Unidos para su comercialización. El principal argumento de la empresa es que con su invento, el sector de la alimentación podrá incrementar su producción.

La decisión de la FDA es seguida de cerca por otras empresas biotecnológicas que tienen en la nevera millones de inversión en otros animales genéticamente modificados.

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