Los investigadores encontraron que los ratones expuestos al vapor del e-cigarrillo durante diez o 30 días tuvieron peores resultados de apoplejía y déficits neurológicos que los expuestos al humo de tabaco. La exposición al cigarrillo electrónico disminuyó la captación de glucosa en el cerebro. La glucosa alimenta la actividad cerebral.
Tanto la exposición al e-cigarrillo como al humo del tabaco durante 30 días perjudicó significativamente los niveles circulantes de una enzima necesaria para la coagulación, potencialmente aumentando el riesgo de accidente cerebrovascular y empeorando la lesión cerebral secundaria.
Desde una perspectiva de la salud del cerebro, los investigadores señalan que la fumigación del cigarrillo electrónico no es más segura que el tabaquismo, y puede plantear un riesgo similar, si no más alto, de severidad del accidente cerebrovascular. El uso de cigarrillos electrónicos es un problema creciente de salud tanto en las poblaciones que fuman como en las que no fuman.
No obstante, los investigadores de este trabajo, expertos de 'Texas Tech University', en Estados Unidos, consideran que se necesitan estudios rigurosos para evaluar los efectos de la exposición a la nicotina a través del consumo de e-cigarrillos en el cerebro y el accidente cerebrovascular.
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