Ecuador decreta el estado de excepción por la protesta de los policías

La protesta de algunos sectores de la Policía Nacional ecuatoriana por la retirada de algunos complementos profesionales ha sumido a Ecuador en el caos. La situación es tan complicada que, el propio presidente de la República, Rafael Correa, ha resultado herido durante las protestas en un edificio policial de Quito. En una intervención en la televisión pública, Correa ha denunciado que "es un intento de golpe de Estado de la oposición".

El Gobierno ecuatoriano ha decretado el estado de excepción, anunciado a través del servicio de la presidencia de la República en la conocida red social Twitter. La medida intenta controlar la situación de violencia y saqueos que se están viviendo en ciudades como Quito y Guayaquil e, incluso, salvaguardar la vida del propio Correa, que aún se encuentra dentro del hospital rodeado de cientos de policías contrarios a la medida del Ejecutivo.

La situación de descontrol que se vive en Ecuador se ha producido después de que cientos de policías se hayan rebeladoporque no aceptan la eliminación de incentivos profesionales por una nueva ley aprobada en el Parlamento, la denominada Ley de Servicios Públicos. Los agentes han bloqueado la pista del aeropuerto de Quito y un cuartel policial de la capital, en cuyo hospital está Correa. Al llegar el presidente a la zona para calmar los ánimos, algunos manifestantes le han golpeado y le han lanzado gas lacrimógeno.

Varios medios locales han llegado a informar que un grupo de militares ha tomado el hangar y el helicóptero presidenciales, con la idea de que Correa no abandone el país.

El jefe del Comando de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Ernesto González, ha expresado su apoyo al mandatario ecuatoriano. "Estamos en un Estado de derecho. Estamos subordinados a la máxima autoridad, que es el señor presidente de la República", ha afirmado González. Sin embargo, también ha expresado una petición que se acerca más a las reclamaciones de los agentes insubordinados: "Pedimos que se derogue o suspenda la ley para que los policías no se vean afectados".

Según ha anunciado la agenciade noticias Andes, Correa podría estar reunido con una delegación de los policías sublevados.Disparos con gases lacrimógenos contra civiles

A medida que pasa el tiempo la tensión aumenta. Los policías insubordinados que en estos momentos rodean el centro sanitario están dispersando con gases lacrimógeneos a la población civil que está acudiendo a la zona después de la petición expresa del ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, que ha instado desde el  Palacio de Gobierno de Carandolet, en Quito, a salir a la calle en todo el país para expresar su apoyo a Correa.

En las cercanía del hospital se han congregado miles depersonas para respaldar al jefe del Estado y facilitar su liberación. Desde allí, y ante los disparos policiales, están expresando su incredulidad ante la violencia con vítores como "es un enfrentamiento de pueblo contra pueblo", "policías corruptos no se enfrenten con armas al pueblo, el puebloviene a mano limpia" o "unete pueblo, el pueblo unido jamás será vencido, aquí viene elpueblo", en una clara alusión de apoyo al presidente del país.

Desde el hospital, Correa ha hablado en directo a través de la televisión pública nacional. El dirigente ha asegurado desde allí que se encuentra bien, aunque le informan de que hasta el hospital también han llegado manifestantes. "Tienen prácticamente secuestrado al presidente", ha dicho incrédulo ante la "traición" de cientos de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. "Esto es una conspiración de la oposición", ha insistido el presidente ecuatoriano. "Lo más que tengo que perder en esto es la vida y la perderé gustoso para que no se repitan estas barbaridades".

Además, otros 150 policías y también un grupo de militares habían bloqueado la pista del aeropuerto Mariscal Sucre, en el norte de la capital, obligando a cerrar el aeropuerto. El bloqueo de la pista ocurrió poco después de que policías de tropa ocuparan las instalaciones del regimiento Quito.

Antes de resultar herido, Correa ha dicho a los manifestantes que no cederá ante las presiones y que su Gobierno es el que más ha hecho por la institución policial. A la salida del jefe de Estado de esas instalaciones ha sido atropellado y en medio de la protesta se ha activado una bomba de gas lacrimógeno, lo que dificultó el caminar del gobernante que fue operado hace algo más de una semana de su rodilla derecha.

"Este Gobierno ha incrementado los salarios de los militares y policías", ministro de Seguridad Interna, Miguel Carvajal. "No hay afectación a salarios", ha subrayado aduciendo que existe una desinformación con respecto a los recortes, que sí afectan a las bonificaciones de las que disfrutaba el cuerpo policial.

Protestas en todo el país

La protesta de los policías se ha extendido por todo Quito, con robos y quemas de neumáticos, según relatan los medios locales. Las protestas también han llegado a otras provincias, como Guayas, Tungurahua, Loja y Esmeraldas, donde también se han manifiestan los familiares de los uniformados.El canal Uno de televisión ha mostrado imágenes de disturbios en la ciudad costera de Guayaquil.

El asambleísta oficialista Gabriel Rivera, ha informado de que los legisladores han sido desalojados de uno de los edificios donde funcionan las oficinas de la Asamblea por parte de "policías rasos", que "pusieron cadenas a las puertas".

Rivera considera que tras la "desestabilización" están, entre otros, "la derecha ecuatoriana" y el partido Sociedad Patriótica, del ex jefe de Estado Lucio Gutiérrez.El legislador consideró que la tropa está "confundida" porque el Gobierno lo que quiere es "racionalizar el tema de las remuneraciones" y en lugar de que cada que haya un ascenso se entreguen bonos, que "se mejoren en forma general los sueldos para toda la vida".

"Es penoso que quienes están llamados a defender la seguridad del país hayan sido utilizados de esta forma y estén virtualmente queriendo dar un golpe de Estado", ha dicho a un canal de televisión a la vez de asegurar que "bajo ningún concepto" se ha dado paso a la bajada de sueldos. "Lo que estamos haciendo es racionalizando esto y ésto ha sido malentendido, no porque la tropa como tal lo haya entendido así, sino porque hay ciertos sectores interesados en esto y tanto ha ido el cántaro hasta que lo han hecho romper", ha comentado.