EEUU aguarda a Francisco, crítico del "American Way of Life"

  • Aunque lo esperan con fervor, los estadounidenses verán al papa Francisco agitar sus conciencias con la defensa de los migrantes y contra la pobreza durante su visita al corazón del capitalismo mundial.

El jesuita argentino, de 78 años, "va a sacudir a los estadounidenses" de todos los sectores porque, en un el país donde el capitalismo es rey y el emprendimiento individual es virtud, lleva el mensaje de que "los cristianos deben reconfortar a los afligidos y afligir a los acomodados", dice el jefe de redacción de America Magazine y sacerdote jesuita James Martin.

En su primera visita a territorio estadounidense la semana próxima, el papa pronunciará un discurso ante el Congreso en Washington el 22 de septiembre, días después de visitar La Habana y tras mediar en el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, mientras los legisladores aún mantienen el embargo a la isla.

Seguirá su gira por Nueva York y Filadelfia (este) hasta el 27 de septiembre.

Hay asuntos en los que a los estadounidenses "le cuesta entender a Francisco", afirma Massimo Faggioli, historiador de la facultad de teología en la Universidad St. Thomas, Minnesota.

Su encíclica "Laudato si", sobre el ambiente y contra el despilfarro, es "una acusación muy fuerte contra un sistema económico que es el modo de vida de los estadounidenses", estimó Faggioli.

Las posturas de Jorge Bergoglio no sientan del todo bien en la clase política estadounidense: "Yo no voy a misa para (escuchar hablar) sobre política económica o política", lanzó el precandidato republicano Jeb Bush en junio, cuando se publicó el documento papal que también erizó a los escépticos sobre el cambio climático.

Entre los estadounidenses católicos, solo 29% considera que la lucha contra el cambio climático es esencial para su identidad religiosa, de acuerdo con un sondeo del instituto Pew.

Francisco, que abogó en Bolivia en contra de que "el capital se (convierta) en ídolo", llega a un país donde "las disparidades de ingreso son un escándalo" y donde "muchos capitalistas estadounidenses no pueden escucharlo", añadió Martin.

En cuanto a los inmigrantes, uno de los grandes temas de la campaña presidencial estadounidense, el mensaje del papa choca con el partido Republicano, que se opone a una reforma migratoria, estima Faggioli.

El choque es aún más fuerte con aquellos que se sienten cercanos a las polémicas propuestas sobre migración del explosivo aspirante a la Casa Blanca Donald Trump, agrega el historiador.

La Iglesia católica estadounidense ha sido muy activa en acoger a inmigrantes y refugiados, y si antes el Vaticano la criticaba por su "radicalismo", el papa Francisco ha ensalzado su "magnífico" trabajo.

Asimismo, más de la mitad de los fieles de la Iglesia católica estadounidense son hispanos, por lo que el primer papa latinoamericano "será muy bien recibido" entre esta comunidad de 50 millones de personas, señala a la AFP Jonathan Fox, profesor de la American University.

No obstante, la visita papal podría resultar incómoda en el seno del clero estadounidense, que se ha visto sacudido por numerosos escándalos de pedofilia que llevaron al papa a despedir dos obispos en junio pasado, en lo que constituyó un gesto inédito del Vaticano en este asunto.

Cuando Francisco habla sobre sexualidad, agilizar la anulación del matrimonio o no excomulgar a los divorciados, los obispos "creen que no sabe lo que hace", señala Faggioli.

"Creen que está revirtiendo completamente sus políticas de los últimos treinta años" de "guerra cultural contra la modernidad liberal en Estados Unidos", apuntó.

Resta saber si el papa colmará las expectativas de sus fieles, más progresistas que sus obispos y que reclaman un "enfoque más flexible" en materia de anticoncepción, los divorciados que vuelven a casarse, concubinatos o parejas homosexuales, según el instituto Pew.

Los católicos estadounidenses también tienen una visión menos tradicional de la familia, que estará en el centro de la visita del papa a Filadelfia en la última etapa de su viaje.

El papa "no cree en la guerra cultural, cree en el diálogo" y en una Iglesia "atractiva", afirma Faggioli.

"Ha mantenido la tradición católica en temas como aborto, matrimonio gay e incluso la anticoncepción pero ha cambiado radicalmente el enfoque", afirma Paul Vallely, autor de una reciente biografía del papa, en el sitio web Político.

Dos tercios de los estadounidenses -45% de los cuales se considera ligado al catolicismo- tienen una opinión positiva del papa y los boletos para asistir a su última misa en Filadelfia se agotaron en segundos.

Las monjas del Leadership Conference of Women Religious (LCWR), que se pelearon -y luego reconciliaron- con el Vaticano, dicen estar "encantadas" con la visita del papa, que provoca hasta la "admiración" del presidente protestante Barack Obama, quien lo recibirá en persona a su llegada.

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