El funcionario le dijo a la AFP, bajo petición de anonimato, que el Pentágono está listo para aumentar los suministros de municiones con armas para los rebeldes en el terreno que demuestren que luchan contra el EI.
"Habrá más entregas, pero sólo si demuestran que las han usado de forma efectiva contra el EI", explicó.
"Según se vayan viendo los resultados, los paquetes irán siendo mayores y los bombardeos aéreos estadounidenses se llevarán a cabo en zonas ventajosas para sus operaciones".
"Si fracasan... si las cosas caen en las manos equivocadas, entonces se cortará (el suministro) a estos grupos particulares".
La coalición internacional liderada por Estados Unidos lanzó el domingo en paracaídas 50 toneladas de municiones en el norte de Siria a los rebeldes que combaten al grupo Estado Islámico.
Esto ilustra la nueva orientación de la administración de Barack Obama, hostil a la participación de Rusia en Siria, para luchar contra el EI, tras el fracaso de su programa de 500 millones de dólares para entrenar a rebeldes sirios moderados.
El Pentágono asegura que el último lote de municiones fue para un grupo llamado la Coalición Árabe Siria (SAC), que ha luchado durante meses en el norte del país contra el EI en la ciudad siria de Raqqa (norte).
El funcionario dijo que el Ejército confiaba que la SAC había recogido la munición y negó informes de que algunos de los envíos habían ido a parar a grupos kurdos.
Rusia comenzó su ofensiva en Siria el pasado 30 de septiembre. Moscú alega que está atacando al grupo Estado islámico y a "terroristas", pero el Pentágono asegura que la mayor parte de sus ataques recaen sobre los opositores del régimen del presidente Bashar al Asad.
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