Río de Janeiro, 29 nov.- Las desigualdades sociales se redujeron en Brasil en los últimos diez años pese a que aún son significativas, al punto de que el 10 % de la población más rica acaparaba el 42 % de la renta del país en 2012, según un estudio divulgado hoy por el Gobierno.
En la otra punta, el 40 % de los más pobres tan sólo contaba con el 13,3 % de la renta del país, de acuerdo con el informe divulgado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) con base en los datos recogidos en 2012 mediante un amplio sondeo por muestras de domicilio.
El 6,4 % de las familias brasileñas recibía en 2012 hasta un cuarto de salario mínimo por persona (unos 77 dólares) y el 14,6 % ganaba entre un cuarto y medio salario mínimo por persona (entre 77 y 154 dólares).
Pese a ese abismo, la diferencia entre el rendimiento promedio del 10 % más rico y del 40 % más pobre, que en 2002 era de 16,8 veces, cayó para 12,6 veces en 2012.
Esa reducción permitió que el llamado Índice de Gini, que la ONU utiliza para medir las desigualdades en el mundo, pasara en Brasil desde 0,557 puntos en 2004 hasta 0,507 puntos en 2012, cada vez más alejado de los países con peor distribución de renta.
Igualmente cayó pero aún es significativa la diferencia entre la renta de los blancos y los negros. Mientras que entre los 10 % más pobres de la población brasileña está el 14,1 % de los negros y mulatos de Brasil y sólo el 5,3 % de los blancos, entre los 10 % más ricos está el 15,9 % de los blancos y sólo el 4,8 % de los negros.
En cuanto a las desigualdades por género, mientras que el salario de las mujeres correspondía al 70 % del de un hombre en 2002, ese porcentaje subió al 73 % en 2012.
El llamado Síntesis de Indicadores Sociales divulgado hoy por el IBGE mostró igualmente que cerca del 20 % de los brasileños de entre 15 y 29 años no trabaja ni estudia.
El 70,3 % de esos cerca de 9,6 millones de jóvenes que ni trabaja ni estudia es mujer, entre las que destacan las que tienen al menos un hijo (58,4 %).
"Hay un fuerte vínculo entre la maternidad y la ausencia de la mujer del trabajo del mercado y de la escuela", explicó Ana Lucia Saboia, investigadora del IBGE y coordinadora del estudio, para quien el resultado muestra la necesidad de que el Gobierno invierta en guarderías.
El informe también mostró que la proporción de brasileños entre 25 y 34 años que aún vive con sus padres subió desde el 20 % en 2002 hasta el 24 % en 2012.
Igualmente reveló importantes avances en la educación en el país en los últimos diez años, entre los cuales un aumento del porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 años en la universidad desde el 9,8 % del total en 2002 hasta el 15,1 % en 2012.
"Las personas están aplazando cada vez más su salida de casa. Es un fenómeno que ocurre en todo el mundo", según Saboia.
Otra conquista fue el aumento de los trabajadores con contrato formal desde un 44,6 % en 2002 hasta un 56,9 % en 2012 y la caída del desempleo desde el 11,5 % en 2002 hasta el 5,4 % en 2012.
En cuanto a los avances en la salud, el estudio mostró que la tasa de mortalidad infantil en Brasil cayó desde 53,7 óbitos por cada mil niños nacidos vivos en 1990 hasta 18,6 en 2012.
El porcentaje de residencias con acceso a saneamiento adecuado subió desde un 63 % en 2002 hasta un 70,3 % el año pasado.
Las mejorías son atribuidas en parte a los programas sociales puestos en práctica en Brasil a partir de 2003 y que permitieron que 36 millones de brasileños salieran de la pobreza y que 40 millones ascendieran a la clase media.
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