El 45% de los niños se preocupa por la crisis

  • Una encuesta de Unicef España preguntó a 6.000 niños de entre 11 y 14 años si están satisfechos con su vida. El resultado es esperanzador: la mayoría son optimistas con el futuro y se sienten felices. Sin embargo, un 45% de ellos se preocupan por el dinero de su familia y muchos se sienten culpables por la mala situación financiera de su casa.

Cláudia Vasconcelos

"Nos afecta a nuestro ritmo de vida cotidiana: menos profesores, menos excursiones, obras sin terminar", dice un niño de Alcobendas que forma parte en el Parlamento Infantil On-line de España. "En los institutos y colegios de Segovia se ha reducido el presupuesto para calefacción, ¡pasamos frío!", lamenta un compañero suyo. "Los padres que trabajan están estresados porque trabajan más y los parados porque no tienen trabajo y se desesperan", observa otro mini parlamentario de Segovia.

La madurez con que estos niños de entre 8 y 15 años ven la crisis es una de las sorpresas que surgen con dos nuevos informes de Unicef España. Al consultar a los 19 miembros del Parlamento Infantil, en marzo de este año, la entidad de las Naciones Unidas percibió que muchos niños se sienten culpables de la situación creada por la crisis en su hogar y que no es raro que se incremente el consumo de alcohol u otras drogas en sus familias.

Eso significa que los niños no son indiferentes a la crisis económica en España. "Es evidente: lo que pasa a las familias se filtra a los niños, y aunque la forma en que se filtra es distinta en cada hogar, sí hay elementos que son generalizables", concluye el informe de Unicef.



En otra encuesta de esa institución, titulada Calidad de Vida y Bienestar Subjetivo Infantil en España, 6.000 niños de entre 11 y 14 años también tuvieron que valorar el impacto de la crisis en sus vidas. Y es que el 45,1% respondió que se preocupa por el dinero de su familia a menudo o siempre.

Asimismo, los niños se inquietan por problemas como los desahucios, el hambre y la violencia. Instados a elegir cinco cosas que harían si pudieran decidir, de una lista de 16, las respuestas más frecuentes fueron "asegurarme de que todo el mundo tienen algo para comer", "asegurarme de que todo el mundo tiene un hogar", "conseguir la paz en el mundo", "hacer que todos tengan suficiente dinero" y "asegurarme de que todo el mundo es tratado igual".

Por otro lado, las respuestas menos usadas estuvieron más relacionadas con posesiones materiales: "tener mi propia videoconsola", "dejar de ir a la escuela", "comprarme un televisor para mí", "construir un espacio para jugar cerca de casa" y "comprarme un ordenador para mí".

Sin embargo, muchos niños ven aspectos positivos en la crisis. "Veo partes positivas para el medio ambiente, como el mayor uso del medio de transporte público", opinó un niño de San Fernando. "Los jóvenes se esfuerzan más en estudiar para sacarse una buena carrera, porque cuanto más preparado esté uno tendrá más oportunidades", añade un niño de Segovia.

A partir de esos datos, Unicef infiere que es falsa la idea de que en la sociedad española y europea se ha producido una pérdida de valores en las generaciones más jóvenes, que supuestamente dan más importancia al dinero, a la ropa de marca, a la consola.

"El estudio ha mostrado cómo la amabilidad y la personalidad son las cualidades por las que más aspiran a ser apreciados en el futuro, tanto chicos como chicas. En el otro extremo, encontramos el poder y el dinero, con puntuaciones medias globales mucho más bajas", argumentan Ferran Casas y Armando Bello, coordinadores de la encuesta sobre calidad de vida infantil de Unicef.

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