El 50 % de mayores españoles sufre fragilidad, la antesala de la discapacidad

  • Aproximadamente el 50 por ciento de la población española mayor de 65 años -aproximadamente 3,5 millones de personas- padecen "fragilidad", un concepto que utilizan los geriatras y que viene a ser como la antesala de la discapacidad.

Madrid, 28 oct.- Aproximadamente el 50 por ciento de la población española mayor de 65 años -aproximadamente 3,5 millones de personas- padecen "fragilidad", un concepto que utilizan los geriatras y que viene a ser como la antesala de la discapacidad.

La línea que separa fragilidad y discapacidad es muy delgada y una vez que se traspasa es muy difícil volver atrás.

Así lo ha manifestado en declaraciones a Efe, el doctor Leocadio Rodríguez Mañas, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital de Getafe (Madrid), quien ha liderado un encuentro en el que se han reunido hoy los principales investigadores mundiales sobre envejecimiento y fragilidad.

"La fragilidad es un concepto muy importante porque permite detectar a los ancianos que todavía no han desarrollado discapacidad, pero que tienen alto riesgo de desarrollarla", ha señalado el doctor Rodríguez Mañas.

Este concepto surge a finales de los años 80 pero es en la primera década de este siglo cuando cobra más importancia.

El objetivo actual de los expertos es detectar a aquellas personas que están en riesgo de fragilidad para intervenir sobre ellos, ha señalado este doctor, coordinador de la Red de Investigación de Fragilidad del Instituto de Salud Carlos III, la única europea.

La velocidad de la marcha, la actividad física general o el estado nutricional son algunos de los criterios fundamentales en el diagnóstico de la fragilidad, pero también el estado mental, especialmente la capacidad de aprendizaje.

No obstante, fragilidad y envejecimiento no son dos conceptos que vayan siempre de la mano, ya que hay un 50 % de los mayores que no son frágiles.

El desarrollo de la fragilidad tiene su origen en causas genéticas (20 %) y en el 80 % restante en otros factores (hormonas, actividad proinflamatoria y sistema muscoloesquelético).

El ejercicio físico es "la mejor manera contrastada de prevenir el desarrollo de discapacidad y, por tanto, de dependencia", ha señalado este geriatra, quien considera que su promoción en los mayores debería ser uno de los objetivos de salud pública.

También es fundamental una alimentación equilibrada, con un aporte "adecuado" de proteínas de unos 90 gramos al día, tanto de origen animal como vegetal (alubias, garbanzos...), así como la actividad mental.

"El ser participativo, el viajar, el asistir a las reuniones de amigos, el mantenerse activo tanto físico como mental es la mejor manera de evitar la fragilidad", ha señalado este geriatra.

Los expertos reunidos en Madrid han coincidido en que se deben investigar las vías que conducen de la fragilidad a la dependencia y los signos de alarma de los individuos frágiles que tienen más riesgo de discapacidad y dependencia.

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