El 62 por ciento de los jóvenes discapacitados está en paro

Madrid, 22 abr.- El 62 % de los jóvenes discapacitados están en paro, pese a que los efectos de la crisis económica están afectando menos a este colectivo que al resto de los jóvenes, según un estudio elaborado por la Fundación Adecco.

El perfil del desempleado joven con discapacidad es el de una mujer (56 %) con estudios técnicos (30,4 %), discapacidad física (42,6 %) y que vive con sus padres (100 %).

Según una encuesta realizada a setecientas personas de entre 18 y 30 años con discapacidad, el 70 % de ellos está convencido de que la discapacidad es un hándicap para acceder al mercado laboral y el 26 % no indica en su curriculum vitae que tiene discapacidad porque cree que le perjudica.

El 56 % de los encuestados son parados de larga duración y el 60 % cree que tardará más de un año en encontrar un empleo.

Ante esta situación, el 57,2 % está dispuesto a emigrar para trabajar y el 65 % apostaría por emprender si tuviera apoyos suficientes.

Respecto al perfil de las personas discapacitadas que sí tienen trabajo, y que suponen el 38 % del total, corresponde a un hombre, con estudios universitarios (50,8 %), discapacidad física (46,2 %), una jornada laboral completa (62,5 %), con un contrato de obra y servicio (33,3 %) en la empresa ordinaria (90 %).

La encuesta también refleja que el 38 % de los jóvenes universitarios encuentra barreras arquitectónicas o humanas en su centro de estudios.

El Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) considera a los jóvenes y a las personas con discapacidad como dos de los grupos con mayores dificultades de acceso al empleo, si bien señala que la coyuntura de crisis se siente de forma menos intensa en los segundos.

Así pues, cuando las dos situaciones confluyen en una misma persona (juventud y discapacidad), las barreras pueden verse acentuadas debido a prejuicios y a falsos estereotipos aún asentados en nuestra sociedad, convirtiendo a los jóvenes con discapacidad en "dobles víctimas" de la crisis, se asegura en el Estudio.

No obstante, recuerdan que la tasa de actividad de las personas con discapacidad es muy inferior a la de los demás y que se sitúa en un 36,2 % frente al 75,9 % del conjunto de la población.

Esto se debe, explica, a que el 63,8 % de los discapacitados ni tiene trabajo ni lo busca, debido a dos tipos de barreras: las endógenas (carencias de autoestima, desmotivación y escasa confianza) y las exógenas (barreras y estereotipos sociales que dificultan su incorporación a la empresa con garantías).

Actualmente, existen 7.739 alumnos con discapacidad en las Universidades españolas, sólo el 0,52 % del total de universitarios, de los que el 38,7 % estudia en la Universidad a Distancia (UNED) y el resto en las 51 universidades públicas y 14 privadas del país, según el Libro Blanco Sobre Universidad y Discapacidad.

Este importante peso de alumnos que cursan sus estudios a distancia puede tener su explicación en la falta de adaptaciones que aún existen en los centros universitarios.

Ante esta situación, los jóvenes discapacitados solicitan más ayudas de acceso a un primer empleo, que se agilicen los trámites de recepción de ayudas, que se garantice el cumplimiento Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI), que se promocione la discapacidad a puestos directivos, una revisión lingüística que afecta el lenguaje de la discapacidad y más investigación y desarrollo sobre discapacidad.