El acorazado de Mou se blinda con torres defensivas en la treintena

    • La fortaleza de jugadores veteranos como Ivanovic, Terry o David Luiz le dan al conjunto de Mourinho un poderío de grandes vuelos.
El veterano Schwarzer, la apuesta personal de Mourinho para la portería
El veterano Schwarzer, la apuesta personal de Mourinho para la portería
Ulises Sánchez-Flor

Atacar al Chelsea es como chocar con un muro. Mourinho ha conseguido plasmar su idea de fútbol compacto en un equipo que tiene jugadores internacionales, experimentados y rocosos. Encontrar una fisura por la que penetrar en el entramado defensivo de los 'blues' es casi misión imposible y el último equipo que lo ha conseguido ha sido el Paris Saint Germain, que en su campo, en el Parque de los Príncipes, consiguió marcar tres goles. No le duró mucho la alegría al equipo francés. En el partido de vuelta en Stamford Bridge, el equipo de Mourinho recuperó su mejor versión de acorazado y, con sacrificio y fe, remontó con un 2-0.

La buena defensa del Chelsea se basa en la disciplina de sus futbolistas y el trabajo colectivo. Mourinho ha vuelto a perfeccionar lo que él llama el 'Airbus' con las alas bien desplegadas para contrarrestar las virtudes de los rivales que tienen futbolistas con talento, creativos, desequilibrantes en el uno contra uno y que tienen peligro cuando encuentran espacios. Mou no da metros, ni tregua, ni respiro. El corazón defensivo está en cuatro jugadores internacionales, que rozan la treintena y miden 1,90 metros. Los ingleses Gary Cahill y John Terry son su pareja de centrales y, su acoplamiento, les convierte en una fortificación. Terry es duda para este partido por una lesión y, aunque no está descartado, tiene difícil jugar. Su puesto lo puede ocupar el serbio Ivanovic, otro de los zagueros con un físico impresionante que suele jugar por la derecha, pero que Mourinho también lo considera una bestia para cerrar el carril central. Los centrales dominan el juego aéreo y se imponen en el contacto con los delanteros. Les desquician, les hacen perder la paciencia y les anulan en todos los sentidos. Se las saben todas.

Junto a ellos, Mourinho pone por delante a otra torre. El brasileño David Luiz, también con 1,90 metros de estatura, es un central reconvertido en pivote. Mou ha hecho con este jugador lo mismo que se inventó con Pepe en el Real Madrid cuando le adelantó la posición en varios partidos. En uno de ellos le valió al equipo madridista para ganar la final de la Copa del Rey de 2011 al Barcelona. David Luiz es central con la selección brasileña y Scolari lo pone junto a Thiago Silva, pero Mou, para reforzar su acorazado le quiere por delante de los centrales. Como Lampard y Obi Mikel están sancionados, el que tiene todas las opciones para ocupar la otra posición de pivote es Ramires. Estamos ante otro brasileño, que se entiende con David Luiz y que destaca por su velocidad y sacrificio.

En los laterales también hay futbolistas de pierna dura. El español Azpilicueta está jugando por la izquierda, pero podría pasar a la derecha si Terry no está recuperado. Ashley Cole, internacional inglés, ocuparía el costado izquierdo. Son dos jugadores que cierran las bandas y que se prodigan en contadas ocasiones al ataque. Son los guardaespaldas de los extremos más ofensivos como Hazard y William. El belga Hazard acaba de salir de una lesión y podría empezar en el banquillo. Mourinho, con las bajas por sanción de Lampard y Obi Mikel (los dos jugaron en el Calderón), la del serbio Matic, que no puede jugar por haberlo hecho ya en competición europea con el Benfica, tiene que buscar el equilibrio defensa-ataque con futbolistas de un perfil ofensivo (Schürrle, William y Óscar). Forman una línea de tres para atacar y se repliegan en una línea de cinco, junto a David Luiz y Ramires, para defender y hacer sólido al equipo. Arriba estará un delantero y todo apunta a que será Fernando Torres. Eto`o también llega justo por una lesión y la otra opción es el senegalés Demba Ba. Torres, que físicamente está a un alto nivel, garantiza la presión en la salida del balón de los defensas. Mou le dará la misión de presionar a Miranda y Godín, e incomodar a los centrocampistas Tiago, Mario Suárez, Koke y Arda Turan.

El éxito de este Chelsea es el de un equipo en el que defienden todos, que ocupa perfectamente los espacios, que corre, intenso en la presión y rocoso por arriba y por abajo.

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