Madrid (EFEverde).- Un estudio ha revelado que los ejemplares jóvenes del águila culebrera, que se alimenta principalmente de reptiles, se ven obligados a ingerir invertebrados como escolopendras (similares a ciempiés) durante su migración.
El informe, realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Migres, ha evidenciado en los ejemplares más jóvenes el consumo de insectos y otros invertebrados como mantis religiosas, señala dicha fundación en un comunicado.
El trabajo, que ha sido publicado por la revista científica internacional Journal of Raptor Research, señala que las razones de este cambio en la dieta puede deberse a la gran concentración de rapaces durante la migración en la zona de estudio, el Estrecho de Gibraltar, y por tanto, a una mayor competencia por capturar reptiles.
Los resultados sugieren que los juveniles de águila culebrera, al ser excluidos por los adultos de las mejores zonas de caza, explotan un recurso muy abundante en este lugar durante la última fase del verano: las escolopendras.
Los investigadores analizaron el contenido estomacal y los excrementos de un total de catorce aves y en ningún ejemplar adulto se encontraron restos de invertebrados.
No obstante, el alto número de escolopendras e invertebrados encontrados en los ejemplares jóvenes indica "el tremendo desafío que supone para los más jóvenes e inexpertos alimentarse de reptiles en la zona del Estrecho durante la migración", concluye el comunicado.
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