El Aid El Kebir, sacrificio y religión

  • Ceuta.- No se trata de la popular película de Anthony Hopkins, con la que ganó el Óscar como mejor actor en el año 1992 por su interpretación del doctor Hannibal Lecter, sino de una tradición islámica que hoy supone el sacrificio de más de 350.000 borregos en España.

Ceuta y Melilla incluyen por primera vez la Fiesta del Sacrificio al calendario oficial
Ceuta y Melilla incluyen por primera vez la Fiesta del Sacrificio al calendario oficial

Ceuta.- No se trata de la popular película de Anthony Hopkins, con la que ganó el Óscar como mejor actor en el año 1992 por su interpretación del doctor Hannibal Lecter, sino de una tradición islámica que hoy supone el sacrificio de más de 350.000 borregos en España.

Más de 10.000 de estos sacrificios, según las estimaciones de la Comunidad Islámica, se producen a lo largo de hoy en Ceuta y en Melilla con motivo de la Pascua Musulmana en la que cada cabeza de familia debe matar un borrego para cumplir con la tradición islámica.

La festividad de Aid El Kebir o Fiesta del Sacrificio -Pascua Grande del Islam- tiene su origen en el pasaje bíblico donde Dios le pide a Abraham que sacrifique a uno de sus hijos como prueba de fidelidad pero, finalmente, el sacrificio del hijo es sustituido por un cordero.

La jornada festiva se inicia a primeras horas de la mañana cuando el cabeza de familia sale de su hogar para el rezo, bien en las mezquitas o bien en una explanada especialmente preparada para la ocasión.

Divididos en la explanada de Loma Margarita en Ceuta, donde se han dado cita unos 3.000 musulmanes, y en las mezquitas, los fieles a la religión islámica han cumplido con el rezo previo a la llegada al hogar para el desayuno, compuesto por té y pastas típicas elaboradas con almendras y miel.

Tras el desayuno se inicia el rito del sacrificio. Se coloca el animal, con las patas atadas, mirando hacia La Meca -en recuerdo al sacrificio de Abraham- y se degüella clavándole un cuchillo en el cuello, manera con la que sufre menos, cuenta a Efe el matarife Mohamed Amar, quien acaba de cortar el cuello a un animal en una carpa de la Estación de Ferrocarril.

Un tercio de la carne se destinará, como marca la tradición, a entregarla a las familias que no tengan suficiente dinero para realizar esta ofrenda a Alá.

A pesar de que el Gobierno ceutí ha habilitado el matadero municipal y hasta trece carpas repartidas por las barriadas con mayor índice de población musulmana, la mayoría de las familias optan por mantener viva la tradición de matar a los corderos en sus casas particulares o a las puertas de la misma.

En este sentido, Ceuta y Melilla son los lugares de España donde mayor número de corderos se sacrifiquen durante esta jornada, teniendo en cuenta que más del 30 por ciento de los 75.000 habitantes de las dos autonomías profesan la religión islámica.

En el caso de Ceuta las autoridades no han permitido que los borregos sean importados desde Marruecos, por lo que los animales han llegado a la ciudad en barco procedentes de Algeciras (Cádiz) de varias explotaciones ganaderas de la península, según han informado a Efe fuentes del Gobierno autonómico.

Mientras tanto, en Melilla sí se ha permitido que los borregos pudieran entrar por el paso fronterizo, al igual que ha ocurrido otros años.

Esta festividad, que algunas organizaciones en defensa de los animales han criticado, es una de las más importantes dentro del calendario islámico.

Rafael Peña

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