El Ayuntamiento de Barcelona apoya el sistema de inmersión lingüística

  • El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado hoy en un pleno extraordinario una declaración institucional de apoyo al actual modelo de inmersión lingüística en las escuelas catalanas, que ha sido suscrita por todos los grupos excepto por el PPC.

Barcelona, 23 sep.- El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado hoy en un pleno extraordinario una declaración institucional de apoyo al actual modelo de inmersión lingüística en las escuelas catalanas, que ha sido suscrita por todos los grupos excepto por el PPC.

La declaración institucional a favor del catalán en la escuela se produce tras el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que otorgaba un plazo de dos meses a la Generalitat para incorporar también el castellano como lengua vehicular en la enseñanza.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha garantizado "la continuidad" del modelo de inmersión lingüística en las escuelas de la ciudad, así como el apoyo del ayuntamiento a la Generalitat en todas las acciones que emprenda para garantizar la pervivencia de este modelo educativo.

Trias ha destacado, "como alcalde de la capital de Cataluña, una nación -ha dicho- con una lengua y una cultura propia", "el Ayuntamiento de Barcelona estará junto a la Generalitat" en las acciones de defensa del modelo de inmersión lingüística en las escuelas catalanas para "garantizar una buena cohesión social" en Barcelona y Cataluña.

Además de expresar el apoyo y el compromiso al sistema de inmersión, en esta declaración, el Ayuntamiento de Barcelona manifiesta su oposición a la división de los alumnos en dos comunidades lingüísticas separadas, "que con el tiempo correrían el riesgo de estar enfrentadas", señala la declaración.

También da su apoyo a los miembros de la comunidad educativa, instituciones y gobiernos que la defiendan y se adhiere a la iniciativa "somescola.cat", al tiempo que emplaza a todos los barceloneses a darle su apoyo.

Los firmantes manifiestan el desacuerdo con la sentencia de diciembre de 2010 del Tribunal Supremo, que cuestiona, a su juicio, "un modelo que se ha demostrado de éxito, convivencial y plenamente aceptado por la sociedad catalana".

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