El cuarteto de Normandía se reúne en París buscando el final de la guerra en Ucrania

    • El conflicto ucraniano ha aislado a Rusia, acusada de haber mandado soldados y armas para apoyar a los rebeldes de Donbass y por ello objeto de duras sanciones occidentales.
    • Desde Kiev reclaman la anulación de las elecciones programadas el 18 de octubre en Donetsk y el 1 de noviembre en Lugansk así como la liberación de prisioneros.

El presidente ruso Vladimir Putin llega a la cumbre de París el 2 de octubre
El presidente ruso Vladimir Putin llega a la cumbre de París el 2 de octubre

Aunque el foco de la actualidad rusase ha desplazado a Siria, en Ucrania siguen las hostilidades en una guerra que ha dejado ya más de 8.000 muertos, y ha tensado cerca de los límites las relaciones entre el Kremlin y la Unión Europea.

Con el presidente francés François Hollande como anfitrión, al palacio presidencial del Elíseo han acudido el presidente ruso Vladimir Putin, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente ucraniano Petro Poroshenko.

"Garantizo que no vamos a pasar la noche aquí", le dijo Hollande a Poroshenko, aludiendo a la precedente cumbre cuatripartita sobre Ucrania, realizada en Minsk en febrero pasado, donde las negociaciones se prolongaron durante 17 horas.

Antes de empezar los trabajos formales, un café reunió a los cuatro estadistas y a sus consejeros en la terraza del Elíseo.

El objetivo más claro de esta nueva reunión del llamado Cuarteto de Normandía tiene que lograr hacer realidad los puntos pactados en los llamados acuerdos Minsk-2, logrados el 12 de febrero por los mismos protagonistas en la capital bielorrusa tras una noche de duras negociaciones. El objetivo es poner fin al conflicto bélico que enfrenta en el Este de Ucrania a rebeldes prorrusos y ejército ucraniano, con un saldo de sangre de más de 8.000 muertos desde abril de 2014.

El conflicto ucraniano ha aislado a Rusia, acusada de haber mandado soldados y armas para apoyar a los rebeldes de Donbass y por ello objeto de duras sanciones occidentales.

"Mucho se ha hecho (desde Minsk). Lo más importante, lo más espectacular y al mismo tiempo lo más frágil es el alto el fuego", globalmente respetado, se subrayó de fuente francesa. El alto el fuego no significa que los bombardeos entre posiciones de ambos bandos haya cesado totalmente.

"El último punto de los acuerdos de Minsk es la 'normalización' en Ucrania, es decir la retirada de las fuerzas estacionadas en ese país y la seguridad de la frontera ruso-ucraniana", de las que 400 km están ahora en manos de separatistas, añadió la misma fuente gala.

Esta normalización pasa también por unas elecciones locales que permitan reintegrar el Donbass separatista en el conjunto ucraniano, y por la concesión de mayor autonomía a esa región respetando la Constitución ucraniana.

El escollo de las elecciones en Donbass

Este proceso político, que se supone debe concluir este año, avanza con mucha dificultad. Los separatistas quieren organizar elecciones locales siguiendo sus propias reglas y el Parlamento sigue dividido en Kiev sobre la adopción de medidas de autonomía.

Desde Kiev reclaman la anulación de las elecciones programadasel 18 de octubre en Donetsk y el 1 de noviembre en Lugansk, así como la liberación de todos los prisioneros, incluyendo la piloto Nadia Savtshenko, protagonista de un juicio muy controvertido en Rusia.

Moscú podría esperar una reducción de las sanciones que pesan mucho en su economía, si se concretan los acuerdos de paz, una cuestión que se planteará en diciembre en Bruselas.

Kiev teme que Moscú utilice la crisis siria para desviar la atención de Ucrania y que los occidentales bajen la guardia en materia de sanciones si Rusia coopera en otros sectores.

En Nueva York, también el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, rechazó toda intención de sacar provecho de la crisis siria. "Es una interpretación totalmente absurda de lo que pasa", dijo, citado por las agencias rusas de noticias.

El vicecanciller alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, reiteró el viernes que es necesario tender la mano a los rusos y levantar progresivamente las sanciones, porque Occidente necesita a Rusia en otras crisis.

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