El éxito del proceso de paz en Colombia depende de la continuidad política

  • El éxito del proceso de paz con las FARC depende en buena medida de que haya continuidad política tras las elecciones de 2014 en Colombia, según el director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la estatal Universidad Nacional, Alejo Vargas.

Esther Rebollo

San José del Guaviare (Colombia), 2 oct.- El éxito del proceso de paz con las FARC depende en buena medida de que haya continuidad política tras las elecciones de 2014 en Colombia, según el director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la estatal Universidad Nacional, Alejo Vargas.

En una entrevista con Efe, Vargas, designado por los negociadores del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para recopilar propuestas de paz y enviarlas a La Habana, sede del diálogo, dijo que la pacificación no se logra solo con un acuerdo final, sino con su implementación, y eso llevará años.

En el hipotético caso de que no se firme la paz antes de las elecciones presidenciales de mayo de 2014 y si el mandatario Juan Manuel Santos no fuera reelegido nos encontraríamos ante "el escenario más negativo", remarcó.

A su juicio, "las posibilidades se terminarían, sería un esfuerzo más de paz que fracasa porque no hay otra fuerza política que tenga la disposición de continuar adelante".

"No hay que olvidar que la historia colombiana lo que nos enseña es que las políticas del conflicto armado han sido políticas de gobierno; cada gobierno tiene su propia política, no hay continuidad, ni política de Estado", señaló.

Vargas, responsable junto a la ONU de la organización del Foro Regional sobre la Solución al Problema de las Drogas Ilícitas, que se celebra en la selvática ciudad de San José del Guaviare, en el sureste del país, reconoció así la complejidad del proceso.

"En los primeros cuatro años vamos a necesitar un gobierno tan comprometido o más. Una vez se firme el acuerdo hay que implementarlo, las FARC no se habrán desmovilizado y eso requiere un gobierno totalmente comprometido para que echen a andar los acuerdos", aseveró este doctor en Ciencia Política por la Universidad de Lovaina (Bélgica).

Alertó además de que hay fuerzas lideradas por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien se presentará como cabeza de lista al Senado por el movimiento Centro Democrático, "que buscan el exterminio del adversario y su capitulación, aunque nadie se atreve a decir que está contra la paz"

Eso genera "un escenario interno complejo", reconoció.

Aún así, Vargas se mostró convencido de que el diálogo de paz entre el Gobierno de Santos y las FARC avanza en Cuba: "no hay grandes diferencias y va a haber una construcción de acuerdos".

Las discrepancias que se han aireado en las últimas semanas, indicó, tienen que ver con "unas dificultades reales en la mesa, ya que hay dos temas gruesos por definir. Las tensiones están porque el proceso va bien, avanzando".

Se refirió al "proceso de tratamiento jurídico y al proceso de refrendación", es decir, cómo se va a saldar el acuerdo desde el punto de vista de la justicia y cómo va a dar el visto bueno la sociedad a lo pactado.

"Las dos delegaciones van a tener que resolver esas tensiones en las próximas semanas", dijo Vargas, al explicar que mientras las FARC buscan una Asamblea Constituyente, el presidente Santos ha anunciado que se haría a través de un referendo.

En cuanto a la problemática de las drogas ilícitas, el tema del foro de San José del Guaviare que concluye mañana, Vargas se mostró convencido de que este problema podría resolverse en parte con un acuerdo entre el Gobierno y las FARC, ya que la guerrilla se comprometerá a reducir los cultivos de coca de las zonas que están bajo su control.

"Si las FARC llegan a un acuerdo para contribuir a desestimular la producción será una ayuda muy importante por parte de un actor muy relevante que ha incidido de forma muy significativa en la producción", apostilló.

Eso, agregó, "dejaría al Estado con mayor disponibilidad para que se organice el agro", ya que, comentó, el problema de la coca está relacionado con el primer punto de la agenda que el Gobierno y la guerrilla han negociado en La Habana: la necesidad de un desarrollo rural integral.

Y es que, dijo el experto, "el sembradío de coca tiene que ver con situaciones de no existencia de alternativas productivas para los productores campesinos en zonas de colonización".

Este es el tema central del foro del Guaviare, uno de los departamentos que más ha sufrido el flagelo de la coca y de la violencia asociada al conflicto armado, donde además sigue habiendo una fuerte presencia de las FARC, indicó Vargas.

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