El frío extremo debilita las defensas del cuerpo y dispara el riesgo cardiovascular

Un estudio publicado en el North American Journal of Medical Sciencesconstató la influencia que el frío tiene sobre la salud, especialmente a la hora de sufrir una dolencia de carácter cardiovascular.

En el trabajo, titulado Seasonal variation in prevalence of hypertension, señalan que lastemperaturas bajas en extremo activan la secreción de lascatecolaminas.

Estas hormonas (dopamina, norepinefrina y epinefrina),producidas por las glándulas suprarrenales, son responsables del incremento de la frecuencia cardíaca, lo que provoca un aumento de la presión arterial. Además facilita la formación de trombos causantes de la angina de pecho o del infarto.

Si unimos a ello que la vasoconstricción de las arterias coronarias y de los vasos del cerebro provocada por el frío, puede desencadenar un infarto o ictus, dependiendo de la zona obstruida, hemos de considerar el frío extremo es un riesgo importante para la salud.

A la ecuación de las bajas temperaturas siempre hay que sumar otros factores de riesgo cardiovascular en cada individuo, tales como la contaminación del aire, la falta de ejercicio físico, dieta poco saludable, y predisposición a contraer infecciones.

El frío disminuye las defensas del organismo y reduce la capacidad del cuerpo de responder ante cualquier complicación. La revista BMC Cardiovascular Disorders publicó un trabajo en esta línea en la que señala que los pacientes hospitalizados por dolencia cardiovascular y alguna complicación respiratoria (como gripe o neumonía) tienen un 20% más de riesgo de fallecimiento.

Por todo ello los cardiólogos recomiendan evitar los cambios bruscos de temperatura, realizar una actividad física moderada de manera regular y mantener una dieta saludable rica en vitamina D y baja en grasas, especialmente en las personas de edad avanzada y las que ya han padecido o padecen una enfermedad cardiovascular.

(Con información de EFE)