El gobierno libanés, impotente ante las protestas ciudadanas contra la corrupción

  • El gobierno libanés parecía este miércoles impotente ante las protestas provocadas por la llamada "crisis de la basura", un movimiento ciudadano decidido a seguir luchando contra la corrupción en el país.

El martes, decenas de jóvenes ocuparon durante ocho horas el ministerio del Medio Ambiente, en el centro de Beirut, para pedir la dimisión del ministro Mohamad Machnouk, una nueva etapa en las protestas que empezaron hace dos semanas.

La llamada "crisis de la basura" empezó a mediados de julio, cuando el cierre del principal vertedero del país tuvo como consecuencia la acumulación de desperdicios en las calles de Beirut.

Las manifestaciones en la capital ilustran el cansancio de población frente a la corrupción, al deterioro de los servicios públicos del país y a la parálisis de las instituciones, una situación que ha empeorado en los últimos cuatro años por el conflicto en la vecina Siria.

Frente al caos que vive la ciudad, las autoridades aplazaron hasta el 30 de septiembre una sesión parlamentaria prevista este miércoles sobre la elección del presidente de la República.

Tras la jornada del martes, en la que los manifestantes terminaron siendo evacuados del ministerio por la policía ante la indignación de la población, los líderes del movimiento dijeron estar dispuestos a seguir adelante.

"Todas las opciones están abiertas", dijo el miércoles a la AFP Assaad Thebian, uno de los responsables del grupo "Apestan" que inició las protestas, y anunció que "llamaremos a todas las regionales libanesas para que se movilicen".

Otro colectivo ciudadano, "Pedimos cuentas", convocó una manifestación este miércoles en la plaza Riad el Solh, en el centro de Beirut, para rechazar "la opresión del poder y para volver a pedir cuentas a los políticos corruptos".

Según Assaad Thebian, el gobierno sigue ignorando las reivindicaciones de los libaneses y sus dirigentes permanecen "en un estado de bancarrota política, incapaces de tomar decisiones".

"No logramos forzar al ministro a dimitir pero le obligamos a permanecer ocho horas en su despacho, algo que no hace casi nunca", dijo Thebian en referencia a la ocupación del ministerio del Medio Ambiente.

En Beirut, las autoridades han puesto en marcha medidas suplementarias para proteger el ministerio del Interior, donde el ministro Nouhad Machnouk tiene prevista este miércoles una rueda de prensa.

Los manifestantes piden la dimisión ministro de Medio Ambiente y una solución al problema de las basuras, pero ahora las reivindicaciones se han ampliado y se exige también la convocatoria de elecciones legislativas. Desde 2009 no se han celebrado elecciones en el país y el parlamento ha prorrogado dos veces su propio mandato.

La prensa libanesa destacaba este miércoles que la movilización va en aumento y que por primera vez no está dirigida por líderes políticos o religiosos. "No es una tormenta en un vaso de agua o una revolución de fin de semana (...) es un proceso continuo que se renueva", escribe el periódico As Safir.

Sin embargo algunos observadores consideran que multiplicar las reivindicaciones podrían debilitar el movimiento.

"Espero que habrá una movilización específica y realista para reclamar una solución para el problema de la basura (...) porque el movimiento podría perder fuelle si no consigue objetivos concretos en un un futuro próximo", dijo a la AFP Sahar Atrache, una analista del International Crisis Group.

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