'El Gordo'con acento latino vuelve a caer en Madrid después de dieciocho años

  • Madrid.- 'El Gordo' más alto de la historia, el 78.294, se vendió íntegramente desde la ventanilla de una administración de lotería situada en la popular calle de Bravo Murillo, en el distrito de Tetuán, repartiendo la suerte a sus vecinos, muchos de ellos de origen latinoamericano.

El barrio de Estrecho celebra su primer "Gordo"
El barrio de Estrecho celebra su primer "Gordo"

Madrid.- 'El Gordo' más alto de la historia, el 78.294, se vendió íntegramente desde la ventanilla de una administración de lotería situada en la popular calle de Bravo Murillo, en el distrito de Tetuán, repartiendo la suerte a sus vecinos, muchos de ellos de origen latinoamericano.

Desde hacía dieciocho años (1991) no se vendía un premio 'gordo' íntegramente en Madrid, y el 78.294 también desbanca al que hasta ahora era el más alto, el 65.379, cantado hace una década.

Alicia Rodríguez y Yahaira Gonzaga han sido las niñas encargadas de desvelar el número agraciado con el premio máximo, a las 11.38 -un cuarto de hora antes que el pasado año-, dotado con tres millones de euros por serie.

Entre los afortunados, trabajadores del Grupo Marsans, que lo han repartido, sobre todo, en las oficinas a pide de calle de Viajes Crisol y Viajes Marsans de Madrid, aunque también ha viajado a otras sedes, como las de Extremadura y Castilla-La Mancha.

La dirección regional centro de Marsans ha sido la que ha repartido la suerte a este grupo, propietario de Air Comet, entre otros a varios directivos y a 'ochocientoeuristas', según fuentes de la empresa.

A los pocos minutos de conocer 'El Gordo', la calle de Bravo Murillo se ha visto invadida de afortunados, que este año han puesto más que nunca rostro internacional a la imagen de esta celebración, ya que éste es uno de los barrios que concentra mayor número de inmigrantes, sobretodo dominicanos y paraguayos.

Mientras descorchaban varias botellas, los loteros de la administración 146 han explicado que, aunque la mayor parte de los boletos se los habían llevado empresas del Grupo Marsans, el 78.294 seguía colgado en su ventanilla anoche, cuando varias personas todavía se hicieron con él.

Es el caso de Rafael Lara, un dominicano, actualmente desempleado, que lleva siete años en España y que hoy enseñaba con alegría una fotocopia del décimo, cuyo premio, según ha afirmado, todavía no sabe en qué va a gastar.

"Vamos a pagar cosas que debemos, solucionar las cositas", ha afirmado otro de los premiados, Darwin Javier, mientras uno de sus amigos apuntaba que ya estaba pensando en un viaje a su tierra: "¡estoy con un pie en República Dominicana y otro aquí!".

También al otro lado del charco se irá un poco de este 'Gordo', ya que otro de los afortunados, Sabino Calderón, de origen ecuatoriano, piensa enviar parte del premio a su familia, y con lo que sobre comprarse "un piso y un coche".

Pero este dinero inesperado no es menos útil para los españoles agraciados, ya que, como ha señalado el dueño de la administración, Antonio Bonet, "éste es un año importante, por la crisis".

Visitación Mayordomo, por ejemplo, ha recibido con alivio los 300.000 euros que le promete su participación premiada, ya que, según ha contado, estaba pasando "una mala racha" porque su tienda de muebles no iba muy bien, y esto le va a "ayudar a pagar la hipoteca".

"Nos lo vamos a gastar todo, de guardarlo nada", ha señalado su hija Manuela Romero, que, tras mostrarse confiada en que su madre "seguro que repartirá", ha explicado que lleva un año en paro y que está "sin un duro".

Curiosos, amigos e incluso representantes de varios bancos también han estado presentes.

Entre la multitud se abrían paso asimismo compradores habituales de esta oficina que, pese a no haber tenido suerte con el décimo que se llevaron, intentaban llegar a la ventanilla, tomada por los periodistas, para dar la enhorabuena a los trabajadores.

Una pareja, por ejemplo, enseñaba sus dos décimos sin premio bromeando: "ya que no nos ha tocado nada, venimos a ver si al menos nos toca algo de champán"; otro intentaba, sin éxito, llegar al mostrador para hacerse con un número para el sorteo del 'Niño'.

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