El institut marquès señala que la esterilidad en europa continúa siendo un tabú


El Institut Marquès asegura que la esterilidad en Europa sigue siendo un tema tabú, a raíz de los resultados ofrecidos por una encuesta realizada a pacientes y que se presenta hoy en Múnich.
Durante el Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción (Eshre), el Institut Marquès presentó su estudio ‘Is infertility a taboo subject? Attitudes towards infertility in different countries’, que concluye que la mitad de las parejas con problemas de fertilidad lo vive en un entorno de rechazo social.
“En términos generales, la esterilidad sigue siendo un tabú porque la fertilidad masculina todavía se asocia con la virilidad, porque la maternidad se sigue considerando prioritaria como parte del rol social de la mujer y porque no poder tener hijos aún se ve como una vergüenza más que como un problema médico”, destacó la jefa de reproducción asistida del Institut Marquès, la doctora Marisa López-Teijón.
No obstante, “en España la situación es mejor que en el resto de países europeos”, destacó la doctora, situación que relaciona con el hecho de que en España existan leyes menos restrictivas y un menor condicionamiento religioso.
Este panorama, compartido con Gran Bretaña donde las técnicas de reproducción asistida no sólo están permitidas sino también cubiertas por el sistema público, contrasta con lo que ocurre en países restrictivos como Italia o Alemania, donde ciertas técnicas están prohibidas y las parejas que han de recurrir a ellas lo viven con secretismo.
El estudio revela que la mayoría de pacientes irlandeses, italianos y alemanes consideran que en su país los tratamientos de reproducción no están socialmente aceptados, en contraposición con el 33% y el 36% de españoles y británicos respectivamente. De acuerdo con la doctora López-Teijón, esta consideración social de la esterilidad viene ligada a la tradición cultural y religiosa de cada país.
Sin embargo, el estudio destaca que más de un 77% de los casos presenta una necesidad común: la de compartir su problema con el entorno más cercano. “La necesidad de desahogarse está ahí, al margen de lo que esté bien visto socialmente. La esterilidad toca aspectos muy hondos del ser humano y verbalizar los sentimientos se acaba haciendo necesario incluso en los contextos más difíciles”, afirmó la doctora.
Para concluir el estudio, el Institut Marquès aconseja a los pacientes comentar que están llevando a cabo un tratamiento pero que sean ellos quienes decidan cuándo y cómo hacerlo, sin entrar en detalles y solicitando únicamente apoyo, discreción y respeto.

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