El jefe de los observadores árabes denuncia una mayor violencia en Siria

El Cairo, 27 ene.- El jefe de los observadores árabes en Siria, el general sudanés Mohamed al Dabi, aseguró hoy que los índices de violencia en ese país aumentaron significativamente en los últimos cuatro días.

En un comunicado difundido por la Liga Árabe, Al Dabi señaló que las situaciones más dramáticas se están dando en los bastiones opositores de Homs y Hama, en el centro del país, y en la provincia septentrional de Idlib.

Esta denuncia se produce un día después de que 65 personas fallecieran a causa de la represión de las fuerzas leales al régimen de Bachar al Asad, la mayoría en Homs y Hama, y coincide con una nueva jornada de violencia que hasta el momento se ha saldado con 33 muertos.

Para el jefe de la misión, que ha sido prorrogada por un mes, la violencia no ayuda a preparar las condiciones para aplicar las últimas decisiones de la Liga Árabe, que pretenden empujar a las distintas partes a la mesa de negociaciones y propiciar la salida de Al Asad del poder.

Al Dabi exigió el cese inmediato de la violencia para frenar el derramamiento de sangre y abrir la oportunidad a las soluciones pacíficas.

Por su parte, el jefe de la Sala de Operaciones de los observadores, establecida en El Cairo, Adnan al Jodeir, dijo que unos 30 observadores viajarán la próxima semana a Siria para unirse a la delegación, después de que los países del Golfo anunciaran la retirada de sus expertos de la misma.

Al Jodeir explicó que los nuevos observadores proceden de Egipto, Mauritania y los territorios palestinos, y que también han recibido solicitudes de Irak y Sudán.

El jefe de la sala de Operaciones señaló que la misión está cumpliendo con su trabajo en Siria con eficacia y que las mayores dificultades que enfrentan son en las provincias de Homs y Rif Damasco (este).

Según afirmaron ayer los opositores Comités de Coordinación Local, desde el inicio de la misión árabe el pasado 22 de diciembre han muerto 1.317 personas, entre ellas 70 menores y 30 mujeres. La ciudad más afectada por la represión fue Homs, con 464 "mártires".

Ayer, la Liga Árabe anunció que una delegación suya viajará a Nueva York el próximo sábado para reunirse con el Consejo de Seguridad de la ONU y conseguir su apoyo al plan para solucionar la crisis en Siria.

Más de 5.000 personas han muerto en Siria desde el comienzo de la revuelta el pasado marzo, según las últimas cifras de la ONU, aunque los opositores indican que hay más de 6.000 víctimas mortales.