El juicio político al presidente de Irán se debe posponer según clérigo

Teherán, 9 nov.- El juicio político al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, convocado en el Parlamento para antes del 4 de diciembre, debe posponerse "a un momento más adecuado", según dijo hoy influyente clérigo ayatolá Ahmad Janati, en el sermón del viernes en la Universidad de Teherán.

En la principal tribuna política del país, donde el poder religioso que representa al líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, marca cada semana la línea de actuación, Janati dijo que ahora lo más importante es tomar medidas contra los efectos de las sanciones económicas impuestas al país por su programa nuclear.

Janati recordó que Jamenei, que como líder supremo tiene un poder omnímodo en el régimen musulmán chií de la República Islámica, ha señalado que las disputas entre los poderes del Estado deben cesar hasta las próximas elecciones presidenciales, convocadas para el 14 de junio próximo.

Jamenei advirtió el 31 de octubre pasado al Gobierno, el Poder Judicial y el Parlamento y que debían mantener la cohesión y cesar todas las disputas públicas hasta las elecciones presidenciales, convocadas para el próximo 14 de junio y que, quien creará disensiones, sería "un traidor al país".

"Creemos que la gente nos puede ayudar a superar con éxito todas las dificultades", indicó Janati, tras haber señalado que "los enemigos", en referencia a EEUU y sus aliados, "tratan de poner de rodillas al pueblo iraní mediante presiones económicas que han de ser controladas por los gobernantes".

El pasado domingo, Ahmadineyad fue convocado por el Parlamento de Teherán para una sesión de interrogatorio en la Cámara, la segunda en menos de ocho meses, en relación con la delicada situación económica del país.

Ahmadineyad ha sido citado para responder ante los legisladores antes del 4 de diciembre, después de que la Junta Directiva del Parlamento recibiera un escrito firmado por 77 diputados, más del 25 por ciento de los 290 escaños de la Cámara que son necesarios para convocar al presidente a una sesión de preguntas.

Este interrogatorio puede llevar a una moción de censura en caso de no satisfacer a la Cámara, que ya sometió a Ahmadineyad a una sesión similar el pasado 14 de marzo, con lo que se convirtió en el primer presidente en las más de tres décadas de historia de la República Islámica de Irán en sufrir este tipo de humillación.

El ala radical "principalista" del régimen islámico, que tiene una amplia mayoría en el Parlamento, está enfrentada a Ahmadineyad y su entorno, a los que acusa de desviacionismo, de poner en duda la primacía religiosa en el sistema teocrático y de relación con casos de corrupción.