El máximo líder de Hizbulá amenaza con "cortar la mano" de quien intente acusar a su grupo

  • Beirut.- El máximo líder del grupo chií libanés Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, amenazó hoy con "cortar la mano" de quienes intenten detener a miembros de su organización por su presunta implicación en el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri.

El máximo líder de Hizbulá amenaza con "cortar la mano" de quien intente acusar a su grupo
El máximo líder de Hizbulá amenaza con "cortar la mano" de quien intente acusar a su grupo

Beirut.- El máximo líder del grupo chií libanés Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, amenazó hoy con "cortar la mano" de quienes intenten detener a miembros de su organización por su presunta implicación en el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri.

"Cortaré las manos que se dirija contra uno solo de ellos (miembros de Hizbulá)", afirmó Nasralá en una videoconferencia transmitida por las televisiones libanesas, como viene siendo habitual en él.

El clérigo chií se refería al Tribunal Especial para el Líbano, que deberá juzgar a los asesinos de Hariri, fallecido en un atentado el 14 de febrero del 2005, y que tiene previsto emitir una acusación antes de finales de este año en la que podría implicar a miembros de Hizbulá.

"Se equivocan aquellos que piensan que la Resistencia aceptará cualquier acusación contra sus militantes o dirigentes -afirmó Nasralá-. Se equivocan aquellos que piensan que no nos defenderemos contra cualquier agresión del modo que consideremos conveniente".

Asimismo, denunció que quienes a acusan a integrantes de su grupo del magnicidio y dijo que "son ellos los que mataron a Hariri".

Por otro lado, Nasralá manifestó su apoyo a la iniciativa sirio-saudí para sacar al país de la crisis.

El 30 de julio pasado, el rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, y el presidente sirio, Bachar al Asad, instaron en Beirut a los libaneses a renunciar a la violencia, fomentar el diálogo y hacer prevalecer el interés de su país.

Existe el temor en el Líbano de que una acusación del tribunal especial contra Hizbulá lleve a la repetición de los graves disturbios desatados en mayo de 2008, principalmente entre las comunidades suní y chií.

Nasralá consideró que "existe una oportunidad de oro para salvar al Líbano de los proyectos estadounidenses" e instó a los libaneses a escoger entre entregar su país a EEUU o sentarse en una mesa y cooperar con los sirios y saudíes.

El líder de Hizbulá subrayó que los saudíes y los sirios obran de modo serio para sacar al Líbano de la crisis e insistió en que hay un "complot" estadounidense-israelí.

Además, aseguró que se equivocan los que creen que las amenazas israelíes les asustarán y afirmó que están preparados para cualquier guerra.

Siria ha sido un aliado tradicional de Hizbulá y de Irán, mientras que Arabia Saudí era un gran apoyo de Rafic Hariri y es considerado un país moderado, cercano a EEUU.

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