El ministro García-Margallo defiende una política de "firmeza" ante Siria

Madrid, 9 feb.- El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se ha mostrado hoy partidario de que la comunidad internacional y la Unión Europea (UE) apliquen una política de "firmeza" contra el régimen sirio de Bachar al Asad para frenar su represión contra la población civil.

García-Margallo ha pedido a Al Asad que abandone el poder, que dé paso a un gobierno de unidad nacional y que se convoquen elecciones para que en Siria se instaure un sistema democrático que respete los derechos humanos.

El ministro ha transmitido este mensaje en una rueda de prensa en el Palacio de Viana de Madrid junto con el comisario europeo de Mercado Interior, el francés Michel Barnier.

"Lo importante es que la comunidad internacional en su conjunto, y la UE en particular muestren firmeza en este tema", ha declarado García-Margallo ante la imposibilidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución condenando la violencia del régimen de Damasco debido al veto de Rusia.

En su opinión, el Gobierno español se inclinó desde un primer momento por esta "política firme" por parte de Naciones Unidas para tratar de poner fin a la violencia en Siria, donde la revueltas estallaron hace casi un año.

También ha expresado su apoyo a los esfuerzos de la Liga Árabe para evitar más muertes de civiles.

El jefe de la diplomacia española ha instado a Al Asad a abandonar el poder y dejar que un gobierno de unidad nacional emprenda una transición hacia la democracia.

Ha hecho hincapié en que "la diplomacia de valores, el respeto a la dignidad humana y a las libertades fundamentales, la regla del derecho y la pluralidad política son los nortes" en los que se asienta la política exterior española ante casos como los de Siria.

García-Margallo ha subrayado la conveniencia de que los socios europeos actúan de manera coordinada. "La regla tiene que ser la unanimidad", ha apuntado.

En este sentido, ha recordado que fueron varios los países comunitarios, entre ellos, España, que acordaron esta semana llamar a consultas a sus respectivos embajadores en Damasco ante el recrudecimiento de la represión.