El niño que vive en un hogar con violencia se entera, alerta una especialista

Bilbao, 29 may.- Entre el 80 y el 90 por ciento de los niños de hogares donde se viven situaciones de maltrato y violencia machista "son testigos" de ellas y "se enteran", ha advertido hoy la investigadora de conductas violentas y profesora de Psicología de la Universidad de Deusto, Esther Calvete.

La especialista ha sido una de las participantes en la segunda jornada del II Congreso Nacional contra la Violencia de Género, que se celebra en Bilbao hasta mañana.

La profesora ha alertado de que los hijos que viven en hogares donde hay violencia machista "van a ser víctimas prácticamente en todos los casos y esto tiene un precio", por lo que ha instado a la prevención.

Ha señalado que aunque se pueda pensar lo contrario, la gran mayoría de los hijos de mujeres maltratadas por su pareja son testigos de esa situación ya que "el niño desde su habitación oye los golpes y se entera".

La experta ha puesto de manifiesto que "ser testigo de la violencia es en sí mismo una forma de abuso y maltrato psicológico", así como el elemento de mayor riesgo para adquirir conductas agresivas" y para que una persona se convierta en maltratador.

Pesadillas, problemas de sueño, fracaso escolar, ansiedad, sentimiento de culpa o depresión son algunos de los efectos que puede tener la violencia machista en los hijos pequeños de la mujer maltratada, según ha expuesto.

En el caso de los adolescentes, esos efectos pueden mostrarse en forma de consumo de drogas o de conductas agresivas.

La investigadora ha advertido de que la exposición a la violencia de forma continuada en el hogar constituye "un factor de riesgo" para la violencia filio-parental, ejercida contra los progenitores y los cuidadores.

Durante su ponencia, titulada "Los efectos psicológicos de la violencia de género en las víctimas", la profesora ha destacado "el impacto psicológico" que la violencia machista tiene en las mujeres que la sufren.

Padecer una depresión o un trastorno de estrés postraumático constituyen los efectos más habituales, aunque también puede darse un consumo de alcohol y drogas y el desarrollo de conductas agresivas.

La especialista ha señalado, sin embargo, que la recuperación psicológica de la víctima es posible.

Según ha afirmado, casi todas las víctimas "son supervivientes" y muchas "se han recuperado, separado de sus agresores y rehecho su vida".

En la segunda jornada del Congreso también se ha tratado sobre la atención en los servicios de urgencia de casos de maltrato infantil.

Patricia Acinas, supervisora nacional de la firma IPSE -Intervención Psicológica Especializada-, ha puesto de manifiesto que la recuperación psicológica del niño maltratado es posible "siempre que tenga apoyo" y "vínculos afectivos" con otras personas como amigos o compañeros.