El padre ángel, tras su visita a nepal: “los niños son las víctimas más débiles del terremoto”


El padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, ha advertido sobre la situación de vulnerabilidad que sufren los niños en Nepal tras los terremotos que han sacudido el país. "Son las víctimas más débiles del terremoto”, asegura en una entrevista concedida Servimedia tras regresar a España desde aquel país.
“Miles de nepalíes duermen aún en la calle cuando hace ya varias semanas que la tierra tembló”, aseguró el padre Ángel, que señaló que “el miedo a que se pueda repetir el movimiento telúrico aterra a los más de un millón de habitantes de la capital, Katmandú, y a los miles de las localidades cercanas a esta ciudad”.
Asimismo, indicó que “los destrozos en vidas humanas y en edificios e infraestructuras han sido mayores en los pequeños pueblos que en la capital” y relató que “un joven de Ávila que estaba de vacaciones en Nepal me contó que en el pueblo donde estaba no quedó una casa”.
“Templos con las cúpulas caídas", agregó, "puentes levantados, casas totalmente derruidas y, sobre todo, miles de tiendas en las calles porque la gente no se atreve a dormir en sus casas. El empleado de un hotel donde nos hospedamos nos dijo que tienen miedo a que se caiga con una réplica”.
COMIDA Y MEDICINAS
El padre Ángel y un grupo de Bomberos Unidos sin Fronteras (BUSF) han estado en Katmandú para llevar comida, medicinas y “también el ánimo y la solidaridad españolas”.
Las medicinas han sido donadas por la Fundación Cofares. Informó de que transportaron un primer envío de 500 kilos de materiales y prepararon la llegada de otros 1.500 kilos más y 5.000 kilos de leche en polvo que Mensajeros de la Paz quiere hacer llegar a Nepal.
Una de las primeras visitas que hizo la comitiva fue a uno de los orfanatos de Katmandú, que tiene 95 niños de hasta los 16 años. En este sentido, relató que en las últimas semanas han ingresado 25 niños huérfanos como consecuencia del movimiento de tierras. De estos, diez tienen discapacidad, explicó el padre Ángel, quien destacó que “los niños tienen asegurada la comida, pero les falta una mejor infraestructura en los edificios, mejores colchones y sábanas. Tampoco tienen juegos y el agua potable les tiene que ser suministrada en garrafas”.
SOLIDARIDAD
El presidente de Mensajeros por la Paz apuntó que “donde hay miseria, hay gente que se crece; las niñas mayores trabajan e incluso dan de comer a las personas con discapacidad que no pueden coger la cuchara”.
“Es emocionante ver cómo varios niños mayores le dan el puré a un niño que está en una silla de ruedas o a otras niñas que no puede coger el utensilio con sus manos”, destacó.
“Qué duro es ver sufrir a niños y mayores que han perdido lo poco que tenían”, afirmó el padre Ángel, que teme que las lluvias del Monzón endurezcan y empeore la situación durante las próximas semanas.
La comitiva en la que iba el padre Ángel repartió medicinas y alimentos en el orfanato y en la Cruz Roja. “El país era pobre pero ahora lo es más porque miles de personas se han quedado sin nada, incluso sin sus modestas casas que han caído como un castillo de naipes”,
No obstante, destacó la solidaridad de ciudadanos de muchos países y dijo que en el avión que llegó la expedición española había alemanes, belgas, israelitas “y luego nos encontramos con chinos, coreanos, japoneses”.
Mensajeros de la Paz ha donado a la iglesia de la Asunción, una de las pocas católicas que hay en Katmandú, tiendas de campaña para las familias. “Hay que seguir ayudando a esta gente para que salga adelante”, concluyó.

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