El pangolín u oso hormiguero con escamas, en peligro de extinción por el consumo de su carne y la medicina tradicional china


Las ocho especies del misterioso pangolín (u oso hormiguero con escamas) se encuentran en peligro de extinción debido al consumo de carne y a la medicina tradicional china, según la última Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Este organismo internacional informó este miércoles de que este animal, que se asemeja a una piña o alcachofa con patas y cola, es un mamífero escamoso único en el mundo. Sus escamas actúan como armadura contra los depredadores naturales, pero no ofrecen ninguna defensa contra los cazadores furtivos.
El Grupo de Especialistas del Pangolín de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, organizado por la Sociedad Zoológica de Londres, advirtió de que “los pangolines son ahora el mamífero más comerciado ilegalmente en el mundo”, puesto que más de un millón de ejemplares han sido capturados en su hábitat durante la última década.
La UICN subrayó que, a pesar de la prohibición del comercio de pangolines capturados en estado salvaje en Asia, su comercio ilegal es “floreciente”, ya que “los consumidores están dispuestos a pagar precios cada vez más altos por su carne”, que está considerada como un alimento de lujo en el continente asiático.
Además, la medicina tradicional china emplea las escamas de pangolín para una amplia variedad de tratamientos relacionados con la psoriasis y la mala circulación sanguínea, entre otros usos.
La UICN recalcó que el comercio ilegal de ejemplares de esta especie ha alcanzado “una escala épica”, hasta el punto de que el pangolín chino y el malayo están clasificados como en peligro crítico, y añadió que, debido al descenso de las poblaciones de las cuatro especies de pangolines asiáticos, los comerciantes sondean en África para satisfacer la demanda.
NO COMER ESPECIES EN EXTINCIÓN
"Las ocho especies de pangolines están clasificadas como amenazadas de extinción, en gran parte debido a que se comercializan ilegalmente a China y Vietnam," dijo Jonathan Baillie, copresidente del Grupo de Especialistas del Pangolín de la UICN, quien agregó que “en el siglo XXI realmente no deberíamos estar comiendo especies en extinción, simplemente no hay excusa para permitir que este comercio ilegal continúe”.
Dan Challender, también copresidente del Grupo de Especialistas del Pangolín de la UICN, comentó que debe ponerse en marcha “con urgencia” una estrategia internacional para frenar el declive de estas especies en el mundo.
“Un primer paso esencial es que los gobiernos de China y Vietnam lleven a cabo un inventario de las existencias de pangolines y hacerlo disponible públicamente para demostrar que los pangolines capturados en la naturaleza ya no están suministrando el intercambio comercial", concluyó.

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