El Papa critica la riqueza de la Iglesia y exalta la pobreza y la misericordia

    • La pobreza es para los religiosos 'el muro y la madre' contra la mundanidad, afirmó al hablar en la Catedral de La Habana, y pidió a los fieles 'que jamás se cansen de perdonar'.
    • En un discurso improvisado, aseguró que 'los conflictos, las discusiones en la Iglesia son esperables y, hasta me animo a decir, necesarias'.

'La riqueza pauperiza', criticó el papa argentino, con una expresión seria y de exasperación, ante varios cientos de religiosos, monjas, sacerdotes y seminaristas cubanos. Antes había entregado al cardenal cubano, Jaime Ortega, el texto que estaba leyendo, y le pidió difundirlo después.

Con el rostro enrojecido debido al calor húmedo, la expresión particularmente tensa e indignada, Jorge Bergoglio lanzó una acusación sobre las deficiencias de las instituciones de las iglesias ricas, preocupadas sobre todo por la economía y la buena gestión, cuyos miembros pueden 'terminar mal y de manera mediocre' si se olvidan de los 'más pequeños, los más abandonados, los más enfermos'.

'Por favor, no te canses de perdonar, no le tengas miedo a la misericordia', añadió el pontífice, que se apresta a iniciar en diciembre un Año Santo de la misericordia en el mundo.

En su discurso improvisado, pero que ha validado anteriormente, el papa sostuvo que el conflicto es 'deseable' e incluso 'necesario' en la Iglesia.'Que podamos ser prójimos, estar cerca, con nuestras diferencias, pero cerca'

A dos semanas de un sínodo dedicado a la familia que levanta conflictos internos agudos y puñaladas por la espalda entre los cardenales, Francisco pidió una Iglesia con diferentes carismas, 'en la que todo el mundo no diga lo mismo'.

'Que podamos ser prójimos, estar cerca, con nuestras diferencias, manías, estilos, pero cerca. Con nuestras discusiones, peleas, hablando de frente y no por detrás. Que seamos pastores prójimos a nuestro pueblo, que nos dejemos cuestionar, interrogar por nuestra gente', clamó.

'Los conflictos, las discusiones en la Iglesia son esperables y, hasta me animo a decir, necesarias. Signo de que la Iglesia está viva y el Espíritu sigue actuando, la sigue dinamizando', agregó.

'¡Ay de esas comunidades donde no hay un sí o un no! Son como esos matrimonios donde ya no discuten porque se ha perdido el interés, se ha perdido el amor', fustigó en ese texto.

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