Jerusalén.- El Parlamento israelí (Kneset) aprobó hoy la ley de los Comités Nacionales de Vivienda, en un intento por hacer frente a las protestas sociales por la carestía de las casas que han sacado a las calles a miles de indignados.
La medida, fue aprobada por 57 diputados con los votos en contra de otros 45, mientras fuera de la Cámara cientos de activistas protestaban en distintos puntos del país contra su aprobación, informaron fuentes policiales.
"Han tenido lugar varias protestas en distintos puntos del país y en relación con el tema de la vivienda y la situación económica y cuatro personas han sido detenidas en la zona de Bersheva (en el desierto del Negev, sur del país) por bloquear carreteras", explicó a Efe el portavoz policial, Micky Rosenfeld, que matizó que solo se han registrado "disturbios menores".
Tres representantes de las protestas sociales que se han extendido en las últimas semanas en el país fueron sacados por las fuerzas de seguridad de la galería pública de la Kneset por protestar durante el debate, según el servicio de noticias israelí "Ynet".
El ministro de Vivienda y Construcción, Ariel Atias, prometió en el Pleno de la Kneset que en los próximos meses presentará una ley, en cuyo borrador ya está trabajando junto a los Ministerios de Interior y Justicia, para ayudar a bajar el precio de las viviendas en el país.
La creación de los Comités Nacionales de Vivienda es una de las medidas anunciadas recientemente por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, para hacer frente a las protestas sociales por la carestía de la vida y, tiene como objetivo agilizar el proceso de concesión de permisos de construcción.
Los representantes de los indignados consideran que es una medida innecesaria que sólo servirá para colocar tierra en el mercado con más rapidez, sin aportar una solución inmediata para las familias que no pueden adquirir o alquilar un apartamento, un problema que aqueja sobre todo a los estudiantes y familias jóvenes.
Los indignados israelíes, que lograron sacar el sábado pasado a más de 150.000 personas a la calle en una protesta social de dimensiones históricas en el país, han convocado nuevas manifestaciones para el próximo sábado.
El movimiento popular de queja cuenta con el apoyo de la poderosa federación de sindicatos "Histradrut", que ayer anunció hoy la convocatoria de una manifestación de trabajadores el jueves en apoyo a las demandas de que bajen los precios de la vivienda, los impuestos y el coste de la vida.
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