Beirut, 30 mar.- El patriarca maronita (católico de Oriente), monseñor Bechara Rai, advirtió hoy contra el vacío de poder y la creación de mini estados en el Líbano, por lo que instó al diálogo nacional promovido por el presidente Michel Suliman.
Durante un discurso, Rai pidió a los líderes libaneses "formar un gabinete responsable y un parlamento efectivo", tras la dimisión el pasado 22 de marzo del gobierno de Nayib Mikati por desavenencias entre sus miembros.
"Los ciudadanos no aceptarán un aplazamiento en la formación del Gobierno, ya que hay que salvar al país de la división y de los problemas económicos", enfatizó.
El religioso también se refirió al posible retraso de las elecciones parlamentarias, previstas inicialmente el 9 de junio, ante la falta de consenso sobre la ley electoral.
A su juicio, la población rechazará la extensión del mandato del Parlamento porque "es contraria a la rotación democrática del poder" y tampoco tolerará que "los políticos trabajen por sus intereses personales y sectarios".
Rai denunció "un movimiento que está paralizando las instituciones debido a la lucha del poder y que conduce a innumerables problemas, incluyendo la proliferación de armas".
En cuanto a la división, el patriarca apuntó que la influencia del conflicto sirio podría llevar a "una crisis nacional" y a convertir el país "en pequeños estados".
Por ello, insistió en que el diálogo nacional con Suliman es el único medio para salvar al Líbano.
La crisis siria ha profundizado la división de los libaneses entre partidarios y adversarios al régimen de Bachar el Asad, y los bloques políticos rivales libaneses se acusan mutuamente de apoyar a alguno de los dos bandos.
Sobre la crisis siria, Rai pidió que el Líbano no se convierta en base para atacar o defender Siria y lanzó un llamamiento para que se ponga fin al derramamiento de sangre y se ayude a los refugiados.
En su último informe, de ayer, el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR) afirmó que unos 400.000 refugiados sirios se encuentran en el Líbano, pero las autoridades locales elevan la cifra a aproximadamente un millón.
Ante la enorme carga que supone esto, el presidente libanés instó hoy a la celebración de una conferencia internacional para distribuir la carga y repartir el número de refugiados de Siria que se encuentran en el Líbano.
Líbano hasta ahora rechaza abrir campamentos para los refugiados de Siria y muchos de ellos se encuentran en casas de acogida a través del país.
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