El Partido Popular no ha sancionado finalmente a la decena de parlamentarios que han roto la disciplina de voto durante la tramitación de la reforma parcial del aborto esta legislatura, cinco en el Congreso y cuatro en el Senado, pese a las amenazas lanzadas desde las direcciones del grupo parlamentario en ambas cámaras.
Así lo han confirmado a Europa Press varios parlamentarios 'díscolos' con esta reforma, ya en vigor, y que hace obligatorio el consentimiento paterno a la hora de abortar para las jóvenes de 16 y 17 años. Todos querían ir más allá y recuperar la ley de supuestos de 1985.
Eso sí, según ha admitido más de uno, una vez disueltas las Cortes Generales, temen que finalmente la sanción sea no entrar en las listas que desde 'Génova' se están diseñando para las próximas elecciones generales del 20 de diciembre. El plazo legal para registrarlas finaliza el 16 de noviembre. El trámite parlamentario
La norma inició su trámite parlamentario en febrero, cuando el PP en el Congreso presentó la iniciativa en forma de proposición de ley orgánica. Desde aquel momento ya se alzaron algunas voces contra la norma dentro del propio PP.
En concreto, el Senado dio luz verde definitiva a la norma el pasado 9 de septiembre. Dentro del PP votaron en contra de la misma José Ignacio Palacios, Margarita Duran y Ángel Pintado. La senadora Ana Tormé no votó pero sí estuvo presente en el hemiciclo, una actitud también sancionable. Aparte, habría dos senadores que se ausentaron del hemiciclo de la Cámara Alta por no querer refrendarla, según confirmaron a Europa Press fuentes 'populares'.
En el Congreso se votó la norma a mediados de julio y fueron cinco los diputados del PP que rompieron la disciplina de voto: Lourdes Méndez, Javier Puente, José Eugenio Azpiroz, Eva Durán, y Antonio Gutiérrez.
Todos ellos rompieron la disciplina de voto amparándose en que se trataba de un tema de conciencia, al mismo tiempo que defendieron que al votarla no estaban cumpliendo con el compromiso electoral del PP.Hay que cumplir el reglamento
Desde la dirección del PP en el Congreso y en el Senado se ha asegurado en reiteradas ocasiones la intención de sancionar a los parlamentarios.
De hecho, tras el paso de la norma por el Congreso, el portavoz del PP en dicha Cámara, Rafael Hernando, señaló que existía un reglamento y "había que cumplirlo", en relación a los cinco diputados que habían roto la disciplina de voto.
En el Senado prometieron no sancionarles siempre y cuando "no hicieran ruido" y no presentaran por libre un paquete de enmiendas a la proposición de ley, según señalaron fuentes parlamentarias a Europa Press.
Por un lado no comprendían cómo se presentaba una iniciativa de ese calado con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina y tras el 'batacazo' de las europeas del año anterior, y donde el PP perdió cuatro millones de votantes.
Por otro, se generó una 'crisis interna' dentro del PP en el que se encontraron las facciones más conservadoras que querían regresar a la Ley de 1985 anterior a la de Zapatero, con aquellos que quisieron dejar la ley como está, pese a prometer en su programa electoral una reforma y haber presentado en 2010 un recurso ante el Tribunal Constitucional a la norma socialista.
El grupo de díscolos mantuvo reuniones con la dirección del Grupo Popular del Congreso y del Senado en varias ocasiones. Incluso llegaron a remitir varias cartas a Moncloa para pedir a Mariano Rajoy que paralizase la tramitación de esta ley y reconsiderará no ir más allá.
Meses antes el presidente del Gobierno había decidido dar marcha atrás a la Ley del Aborto que quiso impulsar Alberto Ruiz-Gallardón, una decisión que al también exalcalde de Madrid le llevó a dejar el ministerio.
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