El presidente tunecino ofrece su país para un eventual exilio de Al Asad

  • El presidente tunecino, Moncef Marzuki, ha ofrecido su país para un eventual exilio político del presidente sirio, Bachar al Asad y sus allegados, según confirmó hoy a Efe el portavoz de la Presidencia, Adnan Moncef.

Túnez, 28 feb.- El presidente tunecino, Moncef Marzuki, ha ofrecido su país para un eventual exilio político del presidente sirio, Bachar al Asad y sus allegados, según confirmó hoy a Efe el portavoz de la Presidencia, Adnan Moncef.

Según Moncef, la propuesta de Marzuki de acoger en Túnez al presidente sirio y a sus familiares y allegados tiene como objetivo "resolver el conflicto sirio y acelerar la transición democrática".

Para Adnan Moncef, según la lectura tunecina del conflicto sirio "no hay que cerrar todas las puertas a Al Asad con el objetivo de que no empeore más la situación en su país".

El portavoz precisó que el ofrecimiento de Túnez para el exilio político del líder sirio se hará público en una entrevista a Marzuki que publicará mañana, miércoles, el periódico tunecino "La Presse".

Adnan explicó que "esta propuesta va en la línea que Marzuki ya trazó en su discurso ante la reunión de países Amigos de Siria", que se celebró el viernes pasado en esta capital.

En dicha cita, el presidente tunecino se mostró contrario a una eventual ofensiva militar en suelo sirio y propuso la idea de que se ofreciera inmunidad a Al Asad y a su círculo a cambio de que abandonaran el país, preferentemente a Rusia, para dar paso a la transición política.

Descartada hace meses en Siria una solución "a la tunecina" o "a la egipcia", donde sus presidentes dejaron el poder presionados por las revueltas y abandonados por el Ejército, Túnez pretende ahora una salida "a la yemení", donde el presidente cedió el poder a su mano derecha antes de irse.

Se pretende a toda costa evitar un conflicto "a la libia", es decir una guerra entre rebeldes y las fuerzas de seguridad, para evitar el colapso de los aparatos de seguridad del estado y de las instituciones de la administración, que en Libia está lastrando el avance de la transición.

Más de 5.000 personas (8.500 según la oposición) han muerto en Siria desde el estallido el pasado marzo de una rebelión popular que pide el final del régimen y el comienzo de una verdadera transición democrática.

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