Pérdida significativa de sangre, un fémur roto, fractura de cráneo y varias costillas rotas. Una situación crítica para cualquiera, y más si te encuentras en una cueva a 250 metros de profundidad. Dwight Kempf necesitó mucha suerte para sobrevivir a la caída que sufrió el pasado fin de semana en la Cueva Ellisons en el estado de Georgia (EEUU).
El vecino de Pensilvania había viajado desde Pensilvania para visita la cueva Ellisons, la más profunda del Este de EEUU. Y como se suele decir, todo iba bien hasta que empezó a ir mal. Kemp había bajado un primer pozo de 180 metros sin ningún problema, pero cuándo caminaba por un pasaje hacia el siguiente tramo, tropezó.
Cuando terminó su accidentada caída, el experimentado espeleólogo se encontraba a 250 metros bajo el suelo, explica The Morning Post. Aunque ligeramente consciente, la ristra de contusiones y fracturas no hacían que Kemp tuviése muchas esperanzas. Al menos hasta que llegó un equipo de rescate que en total estaba compuesto por 80 personas.
Como explicó uno de los rescatistas a ABC News, la caída de Kempf se produjo en dos tramos. La primera fue de unos nueve metros, y luego otros diez o doce. Si el rescate fue una cuestión de pericia y profesionalidad, que Kempf sobreviviera a semejantes accidente es casi un milagro.
Durante 21 horas, y coordinados por las autoridades de Chattanooga, rescatadores y espeleólogos de tres estados (Georgia, Alabama y Tennessee) trabajaron para sacar Kemp de la Cueva Ellisons. "Trabajaron como un gran equipo para sacar adelante un complejo rescate", explicaron al Times Free Press desde el servicio de rescate de la localidad norteamericana.
Al termino del rescate, Jill Hilson Kempf (la mujer de Dwight) calificó a su marido como "muy experimentado y preparado" en todo lo referido a espeleología. Con un mensaje en la página de Facebook, Jill agradeció a todo el equipo de rescate por el buen y rápido trabajo:
"¡No existen palabras para expresar nuestra gratitud!", comienza el texto de la mujer del accidentado. "Desde los compañeros espeleólogos que consiguieron superar su propio miedo y pánico; a Troy por salir rápido y a salvo de la cueva para pedir ayuda; a Jon y Eddie por darle los primeros auxilios, controlar la pérdida de sangre y evitar lesiones peores; a todos los que organizaron y llevaron a cabo un rescate espectacular en un tiempo récord... sois unos héroes -y no es una exageración".
Algunos ya comparan el rescate de Ellisons con el de la Cueva Lechuguilla (Nuevo México) en 1991. Mientras Emily Davis Mobley inspeccionaba la cueva, una roca de 36 kilos cayó sobre su pierna dejándola inmovilizada a más de 300 metros de profundidad. Aquella vez, los rescatadores tardaron cuatro días en salvar a la joven.
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