Tras trece años de la catástrofe medioambiental, el Tribunal Supremoacaba de resolver los recursos presentados por las partes tras el fallo en el que se condena al capitán del sumergido petrolero Prestige.
El supremo habría endurecido la sentencia emitida en 2013 por la Audiencia Provincial de A Coruña.
El capitán Apostolos Mangouras ha sido condenado por unanimidad a dos años de prisión, por ser el responsable de un delito imprudente contra el medio ambiente.
Este hecho marca la pauta para que finalmente los daños ocasionados al ecosistema gallego por el chapapote sean pagados por parte de la aseguradora del buque.
La Fiscalía ha dictado reclamar 4.328 millones de euros de indemnización por los serios daños ocasionados en las costas de Galicia y a todo el ecosistema natural que las rodea.
La que fuera la mayor catástrofe medioambiental de nuestro país comenzó el 19 de noviembre de 2002, cuando tras seis días en la costa de Finisterre y cargado de fuel-oil , se partió en dos cuando pretendía ser remolcado. Un inmenso vertido fue la consecuencia de este acto que afectó el litoral de Galicia, Francia y Portugal.
El buque Prestige debería de haber dejado de navegar en 2005, por lo que aún estaba reglamentado para su utilización.
Apostolos Mangouras fue acusado de desobediencia a la autoridad al haber negado durante tres horas a alejar el Prestige de la costa tras detectar una fuga de fuel.
El Tribunal de Coruña ya había condenado al capitán del Prestige a nueve meses de cárcel por delito de desobediencia en la maniobra de remolque del petrolero, pero en esta ocasión la intención recae en conseguir la indemnización por los daños causados.
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