El tiroteo en un colegio de Finlandia podría tener un móvil pasional

Helsinki, 30 mar.- El tiroteo efectuado hoy por un joven de 23 años en un colegio de enseñanza secundaria del municipio finlandés de Orivesi, en el que no hubo víctimas, podría tener un móvil pasional, según medios locales.

El sospechoso disparó esta mañana a un hombre con una escopeta en una oficina de la citada localidad, situada a unos 190 kilómetros al norte de Helsinki, hiriéndole en una mano, y después se dirigió al colegio, donde efectuó varios disparos antes de ser detenido.

Según publica el diario local "Keskisuomalainen", el autor del tiroteo mantenía una relación sentimental con una de las alumnas del centro educativo, una chica de 16 años con la que se había fugado sin avisar a sus familias hace dos semanas.

Los padres de la chica difundieron entonces su fotografía y denunciaron su desaparición a la Policía, que la encontró varios días después en una pequeña localidad de Laponia gracias a la colaboración ciudadana.

Al ser menor de edad, los padres solicitaron en el juzgado de Pirkanmaa una orden de alejamiento contra su novio, cuya tramitación estaba prevista para el próximo 4 de abril.

Según se ha podido saber, el hombre herido en una mano es el padre de la menor, y la Policía sospecha que el joven le disparó en venganza por oponerse a la relación con su hija.

A continuación, el agresor se dirigió al colegio donde estudia la chica y llamó a la puerta del aula en la que ella y otros 13 alumnos asistían a clase.

Según explicaron a la prensa testigos presenciales, cuando el profesor abrió la puerta, el joven intentó dispararle a bocajarro, pero la escopeta por algún motivo no funcionó.

El profesor cerró rápidamente la puerta con llave y poco después el joven efectuó cuatro disparos desde el pasillo que atravesaron la puerta, aunque nadie resultó alcanzado por los impactos.

La Policía, alertada del suceso, llegó al colegio minutos después y detuvo al agresor, quien se entregó sin oponer resistencia, según fuentes policiales.

Éste es el tercer tiroteo en los últimos cinco años que se produce en un centro escolar de Finlandia, un país que cuenta con uno de los mejores sistemas educativos del mundo, según la OCDE.

En noviembre de 2007, un estudiante de 18 años, Pekka-Eric Auvinen, asesinó con su pistola a ocho personas en un instituto de bachillerato de Jokela, cerca de Helsinki, antes de pegarse un tiro en la cabeza.

Diez meses más tarde, Matti Saari, un estudiante de hostelería de 22 años, asesinó a diez personas a tiros en Kauhajoki, al oeste de Finlandia, y después se suicidó.