El Vaticano se congratula por el nuevo jefe de la Iglesia Anglicana

Ciudad del Vaticano, 9 nov.- El Vaticano se congratula por el nombramiento del obispo de Durham, Justin Welby, de 56 años, como nuevo arzobispo de Canterbury, cabeza de la Iglesia de Inglaterra, manifestó hoy el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.

Koch, informo Radio Vaticano, anunció también que asistirá a la ceremonia de toma de posesión, el próximo mes de enero, y que le invitará al Vaticano para un encuentro con el papa Benedicto XVI.

Welby, casado y con cinco hijos, es obispo desde hace un año y sustituirá a Rowan Williams, quien se ha reunido en varias ocasiones con el Pontífice.

La última fue el pasado mes de octubre, cuando Williams asistió en el Vaticano al Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización.

Justin Welby será el 105 arzobispo de Canterbury y líder religioso de los 77 millones de fieles anglicanos.

Hoy tras ser nombrado condenó la homofobia y manifestó su intención de apoyar la ordenación de mujeres obispo, motivo de una profunda división en el seno de la Iglesia anglicana.

La Iglesia de Inglaterra surgió en 1534 tras el cisma provocado por la disputa del rey Enrique VIII con Roma a raíz de la anulación en 1531 de su matrimonio con Catalina de Aragón, su primera esposa, hija de los Reyes Católicos.

Aunque tras el Concilio Vaticano II las distancias entre católicos y anglicanos se han acortado, las diferencias entre ambos credos radican sobre todo en el misterio de la Eucaristía, el orden sagrado y la autoridad de la Iglesia.

También les separan la aceptación de la ordenación presbiteral y episcopal de mujeres, la admisión a la comunión eucarística de divorciados que se han vuelto a casar y la legitimidad moral de los métodos anticonceptivos.

En octubre de 2009 el Vaticano anunció su disposición a acoger en la Iglesia Católica a los anglicanos tradicionalistas contrarios a las medidas demasiado aperturistas de la Comunión Anglicana, como la ordenación de mujeres y de homosexuales como obispos.

Para ello, aprobó una Constitución Apostólica (norma de máximo rango) que, entre otras medidas, establece la creación de prelaturas personales y la ordenación de clérigos anglicanos ya casados como sacerdotes católicos.