En 2050 habrá 405 millones de migrantes, el doble que ahora, según la onu


La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), agencia especializada de la ONU, vaticina que en 2050 habrá unos 405 millones de migrantes en todo el mundo si continúa la tendencia de los últimos 20 años, lo que supone casi duplicar la cifra de 214 millones de la actualidad.
En su Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2010, la OIM afirma que este incremento se deberá a una subida del número de personas en edad de trabajar en los países en desarrollo, que pasará de 2.400 millones de 2005 a 3.600 millones en 2040, lo que acentuará el desequilibrio mundial entre la oferta y la demanda de mano de obra, y a las repercusiones del cambio climático.
Además, el estudio indica que se aprecian ya nuevos patrones migratorios, como que las economías emergentes de Asia, África y América Latina están adquiriendo cada vez más importancia como países de destino de los trabajadores migrantes, lo cual provoca un aumento de los desplazamientos de las personas que salen y se quedan en el hemisferio sur y la necesidad de que esos países inviertan en la gestión de la migración.
La OIM prevé que el número de migrantes en situación irregular continuará aumentando a medida que la oferta de mano de obra de los países de origen supere la demanda en los estados de acogida y los cauces de la migración legal “sigan siendo la excepción más bien que la regla”.
En este sentido, el informe señala que las nuevas tendencias de migración pasan por un número cada vez mayor de menores no acompañados, solicitantes de asilo, víctimas de la trata de personas o personas que intentan huir de los efectos del cambio climático, para quienes actualmente “existe escasa protección internacional”.
En cuanto al impacto de la crisis económica, el informe subraya que el número de migrantes se ha mantenido estable porque son “relativamente pocos” los que han vuelto a sus casas, pese a haber sido particularmente afectados por el desempleo.
MÁS INVERSIONES
Con estos datos, la OIM recomienda a los países, los organismos internacionales y la sociedad civil que inviertan en todo lo relativo a los flujos migratorios si no desean que “el implacable ritmo de la migración” coja al mundo “por sorpresa”.
En este sentido, apunta que no queda “más alternativa que la de invertir recursos financieros humanos suficientes” ante “un mundo en el que la demografía, las necesidades económicas y los efectos del cambio ambiental impulsan el inexorable aumento del número de migrantes internacionales”.
La OIM afirma que, pese a los cientos de millones de euros invertidos por los estados en gestionar los flujos migratorios, se trata de respuestas “de poco alcance, parciales y fragmentarias”, y recomienda leyes nacionales más fuertes sobre el desplazamiento interno, elaborar mejores datos sobre la migración irregular y los mercados laborales, luchar contra el tráfico de migrantes y la trata de personas y más capacidad de los países de tránsito para ayudar a los inmigrantes irregulares.
El secretario general de la OIM, William Lacy Swing, apunta que “no contar con políticas y recursos adecuados para abordar la migración significa perder una oportunidad histórica de obtener los beneficios de este fenómeno mundial” y subraya que, “dado el constante aumento de la migración, la oportunidad que tienen los estados de convertir los aspectos negativos de la migración en elementos positivos está desapareciendo rápidamente".
"No hay necesidad de reinventar la rueda en el ámbito de la migración o de llevar a la quiebra a los bancos en términos de inversiones financieras. Las soluciones eficaces y humanas para los problemas de la migración están al alcance. Es sólo una cuestión de colaboración y de mayor eficacia en la asignación de los recursos, con la intención de encarar el futuro y establecer políticas acertadas y de largo plazo, basadas en hechos y no en un oportunismo político de corto plazo", concluye.

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