En el frente de Sinjar, los kurdos dudan en lanzar una ofensiva contra el EI

  • En la ciudad de Sinjar, los yihadistas del Estado Islámico están tan cerca que sus enemigos, los combatientes kurdos, pueden verlos sin prismáticos. Sin embargo, estos no se han decidido todavía a lanzar una ofensiva a gran escala.

Los peshmergas (combatientes kurdos) quieren retomar esta ciudad del noroeste de Irak que el EI, un grupo yihadista sunita ultrarradical, tomó hace un año expulsando de allí a la minoría yazidí de lengua kurda y matando a miles de personas.

"A veces nos hablan por radio", dice Hashem Seetayi, un coronel de los peshmergas, la fuerza kurda de la región autónoma del Kurdistán iraquí, situada un poco más al este. "Nos dicen que somos sunitas y que tendríamos que unirnos a ellos porque van a conquistar la zona", explica.

A pesar de estar tan cerca del enemigo, los kurdos, que tienen el apoyo de los bombardeos contra el EI de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, sólo han tenido seis heridos en este frente desde julio.

En cambio, según el coronel Seetayi, los yihadistas han perdido cerca de 1.000 hombres en Sinjar desde agosto de 2014.

"Aplican una táctica inteligente, cavan agujeros para sus morteros y sólo los ponen al descubierto cuando disparan, para que los aviones de la coalición no los vean", explica el coronel. "Pero continúan cometiendo atentados con coches bomba. Desde el punto de vista militar no tiene ningún sentido. Estamos bien situados, podemos detenerles", añade.

Desde diciembre el frente apenas se ha movido. El EI controla la mayor parte de la ciudad, situada al pie de las montañas de Sinjar, mientras que los kurdos tienen varias posiciones alrededor.

"Es el frente más cercano al EI de toda la región del Kurdistán. La distancia entre nosotros, sobre todo de noche, es de apenas 50 metros", explica Mosleh Saleh Yousef, un capitán responsable de los servicios de inteligencia de los peshmergas.

Sin embargo, un asalto a gran escala no es fácil. Según el coronel Seetayi, intentar retomar Sinjar sin lanzar ataques simultáneos en Mosul y Tall Afar, dos grandes ciudades en manos del EI, pondría en peligro a sus hombres y necesitaría un despliegue masivo de combatientes.

"No se trata sólo de retomar Sinjar sino también de que la gente pueda volver a la ciudad. Y para ello hay que expulsar al EI al menos 20 kilómetros, la distancia que alcanzan sus obuses", explica el coronel.

Por su parte, el líder militar yazidí Qasem Shesho, que tiene su base en Sharafedin, una ciudad donde hay un lugar de culto de los yazidíes situada al otro lado de las montañas, considera que con 300 hombres se podría tomar Sinjar en pocos días.

"Pero luego necesitaremos entre 5.000 y 6.000 peshmergas para defender toda la ciudad", asegura. "El EI no es tan fuerte: cuando Estados Unidos, las fuerzas de la coalición y el presidente [del Kurdistan iraquí, Masud Barzani] decidan liberar Sinjar será cosa fácil".

Coincidiendo con el aniversario del asalto de los yiahdistas contra Sinjar, el 3 de agosto de 2014, el presidente Barzani prometió vengar la muerte de miles de personas de la minoría yazidí, que el EI considera como herejes.

Cuando los yihadistas entraron en la ciudad hace un año, miles de yazidíes huyeron y se refugiaron en la montaña de Sinjar, donde estuvieron muchos días sin agua ni comida con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados.

Al mismo tiempo miles de hombres murieron asesinados y muchas mujeres fueron secuestradas y algunas de ellas convertidas luego en esclavas. El asalto de Sinjar, que la ONU describe como un "intento de genocidio", fue uno de los principales argumentos de Estados Unidos para enviar aviones para bombardear el EI en Irak.

Los kurdos tomaron sus posiciones actuales alrededor de la ciudad y en la montaña en diciembre, gracias a una ofensiva conjunta de los combatientes kurdos sirios (YPG) y de los rebeldes kurdos turcos (PKK), considerados como los salvadores de los yazidíes.

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