La habilitación requerirá una verificación de "formación teológica", de "conocimientos del contexto francés, de historia de las religiones y de las instituciones" republicanas, así como del funcionamiento de una sociedad laica, precisó el presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), Anouar Kbibech.
La idea es promover "un islam abierto y tolerante", subrayó, al salir de una reunión en el ministerio del Interior convocada tras los atentados del 13 de noviembre en París.
Según Kbibech, la habilitación tendrá el mismo principio que "una licencia de conductor", que puede ser "retirado" en caso de infracción.
"Ha llegado el tiempo de la acción. Los musulmanes de Francia deben asumir su parte", declaró.
El responsable se abstuvo de indicar si la habilitación sería obligatoria para todos los imanes.
El CFCM, creado hace diez años a iniciativa de las autoridades francesas, no representa a la totalidad de las mezquitas y salas de oración del país.
Kbibech anunció asimismo la creación de un "consejo religioso" en el marco de CFCM, que tendrá por misión elaborar un "discurso alternativo" capaz de "rebatir todos los argumentos usados por las organizaciones terroristas y yihadistas para enrolar a la juventud".
Los atentados del 13 de noviembre, reivindicados por la organización Estado Islámico (EI), dejaron 130 muertos y más de 300 heridos en París y uno de sus suburbios. Al menos cuatro de sus autores eran franceses que habían realizado estadías en Siria, donde una gran parte del territorio está bajo control del EI.
Francia, con cerca de cinco millones de fieles (7,5% de la población), tiene la mayor comunidad musulmana de Europa.
La corriente salafista, rigorista, gana incesantemente terreno en las mezquitas.
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