Más de 1.500 personas, en su mayoría refugiados sirios que buscaban llegar Europa Occidental y que estaban bloqueados desde hace días en la frontera entre Grecia y Macedonia, lograron entrar este sábado, constató un reportero de la AFP.
Durante el día, la policía macedonia echó mano de granadas aturdidoras y de porras para tratar de parar a los cientos de inmigrantes que querían franquear la frontera entre la localidad griega de Idomeni y la macedonia de Gevgelija.
Otro grupo de inmigrantes que ya había logrado entrar a Macedonia durante el día se dirigió a Gevgelija en busca de algún medio de transporte que los llevara a Serbia, en el norte.
Tras permitir durante semanas la entrada masiva en su territorio de migrantes procedentes de Grecia, el Gobierno de Skopje decretó el jueves el estado de emergencia y desplegó fuerzas especiales en la frontera para contener el flujo migratorio.
"Vamos a seguir con los controles reforzados en la frontera, instalados después de que se decretara el estado de emergencia. En el futuro sólo vamos a permitir que un limitado número de personas entren al país, según nuestras capacidades", dijo este sábado a la AFP, el portavoz del ministerio de Interior de Macedonia, Ivo Kotevski.
Entre tanto, cerca de 2.200 personas fueron rescatadas en una vasta operación en el Mediterráneo, frente a las costas libias, informó la Marina y los guardacostas italianos.
Dos buques militares rescataron respectivamente a 507 y 432 migrantes a bordo de dos embarcaciones a punto de hundirse, y los guardacostas salvaron a 300 personas apiñadas en tres lanchas neumáticas.
Además otras mil personas se encontraban camino a las costas italianas tras ser recatadas por otros barcos.
Más de 104.000 migrantes de África, Oriente Medio y el sur de Asia han desembarcado en puertos del sur de Italia en lo que va de año, tras haber sido rescatados en el Mediterráneo.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) manifestó su preocupación por la situación en la frontera de Macedonia y Grecia y advirtió de que la situación está empeorando.
El ministro de Exteriores macedonio, Nikola Poposki, aseguró al Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres, "que no cerrarán la frontera en el futuro", según un comunicado de esta instancia de la ONU, en el que también se urge a la UE a "apoyar a los países afectados por el flujo de refugiados" en el sudeste de Europa.
Desde el 19 de junio llegaron a Macedonia unos 42.000 migrantes, entre ellos más de 7.000 niños, dijo el viernes el Gobierno macedonio.
Se espera que en los próximos días miles de refugiados y de inmigrantes lleguen al punto de control, después de que en los últimos días varios grupos de personas que llegaron por el Mediterráneo a las islas griegas fueran trasladados en ferrys al continente.
La mayor parte desea atravesar también Serbia y llegar a Hungría, miembro de la UE. Este país, no obstante, está construyendo una barrera de cuatro metros de alto y 175 km de largo para impedir que los migrantes crucen su frontera.
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