Entrevistabelén fernández: "si no se detiene la epidemia en áfrica, habrá nuevos casos de ébola"


Belén Fernández, una de las profesionales sanitarias del equipo del Hospital La Paz-Carlos III que ha tratado a Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que ha superado la infección por ébola, y a los dos misioneros fallecidos, explica en una entrevista con Servimedia que "si no se detiene la epidemia en África, habrá nuevos casos".
Fernández es doctora en Farmacia y especialista en análisis clínicos y junto a sus compañeros trabaja en el laboratorio del Carlos III analizando sangre y fluidos de las personas sospechosas de estar infectadas por el virus del ébola.
Además, es cooperante de una congregación religiosa y viaja a Angola con frecuencia, por lo que insiste en que todos los países ayuden a África para frenar la infección y no se den más casos como el de Teresa Romero, que ha podido salvar su vida, no como una gran parte de los contagiados en Guinea, Sierra Leona o Liberia, que mueren sin poder ser atendidos.
Fernández indicó que el equipo médico que atiende a Romero se encuentra ahora muy animado y explicó que con el primer análisis negativo del virus de Teresa Romero, el laboratorio "vibró": "La primera PCR negativa de Teresa fue un subidón enorme, con todas las cautelas, pero un subidón. Luego ir viendo que las siguientes analíticas también daban negativo, fue estupendo, al igual que verla cómo mejoraba día a día. Los resultados estaban ahí, pero lo importante era ella, su mejoría".
Aunque no ha entrado en la habitación de los pacientes, porque su labor se desarrolla en el laboratorio, también tiene riesgo de contagio y trabaja con el traje especial que tienen que llevar todos los sanitarios. "Es complicado trabajar con esos trajes, porque no tienes la misma movilidad, pasas más calor, al ser impermeable, transpiras más de lo normal y te manejas peor con las manos, pero es imprescindible", explicó.
Aseguró que la experiencia que está viviendo "es única, estamos abriendo un sendero en la selva. Hemos aprendido muchísimo, son muy pocos los pacientes con ébola en Europa y en EEUU y España han tenido tres casos. La información fluye, colaboramos muchos con equipos médicos de muchos países".
VOLUNTARIA
Reconoce que su familia se preocupó un poco cuando se enteró de que se había presentado voluntaria para atender al primer religioso que fue expatriado, Miguel Pajares, y que luego se volvió a ofrecer para los otros dos casos. "Soy una persona muy calmada, y mi familia lo sabe. Yo les expliqué que me iba a cuidar, que tomábamos las precauciones adecuadas, y lo aceptaron", afirmó.
Pero, de repente, saltó el contagio de Teresa Romero, que para Belén Fernández fue "un jarro de agua fría que no esperábamos. El riesgo cero no existe en medicina, ni la probabilidad del 100% de seguridad, pero no lo esperábamos. Nos preguntábamos qué es lo que había podido pasar y es muy difícil saber qué ha pasado. Tanto para vestirnos como para desvestirnos siempre lo hacemos con compañeros porque hay gestos que no controlas, que son mecánicos, y para eso está el compañero que te avisa... Me parece muy difícil que sepamos cómo se produjo el contacto".
Reconoce esta profesional sanitaria que "la carga emocional en el tratamiento de los tres infectados por ébola ha sido muy importante, pero sobre todo con Teresa, porque era nuestra compañera. Ha sido fundamental trabajar en equipo, porque era algo muy íntimo, con un fin común. Con todos los pacientes te implicas, pero con éstos ha sido algo muy especial".

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