Enviado del Vaticano dice que el Papa quiere "estar informado" sobre Paraguay

  • El cardenal Santos Abril y Castelló, enviado a Asunción después de que dos obispos del país se hayan enfrentado públicamente porque uno de ellos tiene como segundo a un sacerdote denunciado por abusos sexuales en EE.UU., dijo hoy que el papa "quiere estar informado y tener una presencia" en Paraguay.

Asunción, 21 jul.- El cardenal Santos Abril y Castelló, enviado a Asunción después de que dos obispos del país se hayan enfrentado públicamente porque uno de ellos tiene como segundo a un sacerdote denunciado por abusos sexuales en EE.UU., dijo hoy que el papa "quiere estar informado y tener una presencia" en Paraguay.

El cardenal español, arcipreste de la Basílica romana Santa María la Mayor y presidente de la Comisión Cardenalicia de vigilancia del Instituto para las Obras de Religión (IOR), llegó el domingo a Asunción y hoy se reunió con el presidente Horacio Cartes.

Abril y Castelló declaró a la prensa que decidió hacer una visita de cortesía al mandatario paraguayo, porque no cree "que vengan con mucha frecuencia cardenales de Roma" a Paraguay.

El cardenal no quiso hablar del enfrentamiento entre el arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, y el obispo de Ciudad del Este, Rogeligo Livieres Plano, a causa de que este último tiene como "número dos" de su diócesis al sacerdote argentino Carlos Urrutigoyti, que fue acusado en EE.UU. de abusos sexuales.

"No voy a entrar, es únicamente que el Santo Padre ha querido y quiere estar informado, tener una presencia y poder hablar entre nosotros y dialogar", explicó el cardenal a la prensa en el Palacio de Gobierno de la capital.

No obstante, Abril y Castelló informó de que "posiblemente" viajará hoy a Ciudad del Este en compañía de Milton Luis Tróccoli Cebelio, obispo auxiliar de Montevideo, para realizar una "visita apostólica" dispuesta por el papa Francisco "a fin de ofrecer una asistencia para bien de esa iglesia particular".

Urrutigoyti, que trabaja en Ciudad del Este desde hace nueve años y desde hace dos es el segundo de la diócesis, fue acusado en 2002 por un estudiante de la Academia Saint Gregory en Pensilvania (EE.UU.) de haberle ofrecido "dirección espiritual" durmiendo con él y más tarde de asaltarle sexualmente junto al reverendo Eric Ensey.

Esa denuncia fue seguida de al menos otras tres acusaciones de compartir cama y aproximaciones sexuales de otras personas, que se resolvieron con altas indemnizaciones, según varias fuentes.

El arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, sugirió en junio pasado reabrir una investigación para averiguar si son ciertas las acusaciones de abuso contra Urrutigoity, a lo que Livieres Plano respondió llamándole "homosexual" en actos públicos y ante medios de comunicación.

Livieres ha calificado de "mala persona" a Cuquejo y dice que su intención de investigar a Urrutigoity "es como tirar piedras cuando uno tiene el techo de vidrio".

La Diócesis de Ciudad del Este invitó en un comunicado divulgado el pasado 12 de junio a que se realice "cualquier investigación o visita apostólica que se desee".

"Jamás ninguna víctima que haya sido menor ha acusado de ningún delito a Carlos Urrutigoity", según el texto, en el que se asevera que hay "solo tres acusaciones concretas presentadas debidamente contra este presbítero", pero no da detalles sobre las mismas.

Tras esas acusaciones en Estados Unidos, el prelado argentino fue suspendido en 2002 y enviado a Canadá para que le hicieran exámenes psicológicos en el Instituto Southdown, especializado en tratar a clérigos con problemas mentales.

Tanto la diócesis de Scranton, en Pensilvania, como antiguos profesores del seminario donde estudió Urrutigoity, recomendaron al obispo de Ciudad del Este, al nuncio apostólico en Paraguay y al nuncio en Estados Unidos que no le admitieran.

Sin embargo, el obispado de Ciudad del Este aseguró en el comunicado que "después de nueve años de experiencia personal y ministerial directa de Urrutigoity" puede "atestiguar sobre su idoneidad y ejemplaridad" y que por ello no tiene miedo de "dar la bienvenida a cualquier investigación o visita apostólica que se desee".

"Ésto no sería bueno sólo para nosotros, sino también para la Iglesia en todo el país. Hemos mantenido siempre informada a la Santa Sede de todo lo que hacemos. Lo seguiremos haciendo", añadió.

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