Un ocio que sigue en alza

Escape room, el negocio que se alimenta del detective que todos llevamos dentro

Escapar de una bodega subterránea en Aranda de Duero
Escapar de una bodega subterránea en Aranda de Duero

El éxito del 'Escape room' no decae. Un grupo de personas encerrado en una habitación llena de pistas y con una hora para poder escapar. Eso es, en esencia, un negocio que según los expertos tiene el éxito garantizado porque es una emoción que crea su propia demanda. ¿Quién no tiene un detective dentro? No solo de entrenadores está el mundo lleno... Pero desde que aparecieron en 2012 en España, mucho ha tenido que cambiar la oferta por culpa de la demanda. Porque los usuarios de este tipo de ocio cada vez exigen retos más difíciles. No son una ni dos las personas que una vez al mes tiene entre sus planes visitar alguno de los 1.000 espacios que a día de hoy hay abiertos por toda España. 

El líder, el que pasa de todo, el que prefiere que trabajen otros, el que te sorprende y se convierte en el más listo del lugar, el que va por libre, el que está en todos los enigmas y en ninguno, el que no acaba lo que empieza... según pasan los minutos en esas habitaciones del misterio que que siguen inaugurándose empiezan a brotar los roles que en toda oficina, grupo de amigos, casa de Guadalix o clase nos podemos encontrar. Porque cuando se entra en un 'escape room' por un momento toca olvidarse del móvil, desconectar de lo virtual para empezar una actividad real que  engancha al lograr ponernos delante pequeños retos que vemos muy asequibles y que en un espacio pequeño de tiempo nos ofrece la satisfación de resolverlo. "En la vida todos tenemos retos a largo plazo. Este es inmediato y satisfactorio", indica el doctor. Ricardo de Pascual Verdú, profesor de Psicología en la Universidad Europea. 

Eso sí, todos cometen siempre el mismo error: "No escuchar".  Marçal Serrallonga, responsable de Escape Room Lover, lleva tomando el pulso al sector casi desde que despegó en España. Lo que empezara como un blog en el que comentar con amigos las anécdotas de uno u otro juego se ha convertido en un modelo de negocio que le ha llevado junto a su pareja a pisar hasta doscientos escape room desde 2015. Por eso es categórico a la hora de enumerar las claves del éxito de estas salas que tuvieron su boom durante los años de crisis porque "gente que se había quedado en paro con poca inversión y un poco de imaginación se lanzaba a abrir uno". Todos funcionaban. Si en 2016 se podían contabilizar 100 negocios así, en un año pasó a 300, y en dos a 500, según recogen sus estadísticas. 

Pero de esos pocos sobrevivieron cuando llegó el momento de la profesionalización. Poco enganche tiene ya que te encierren en una habitación en la que solo hay pistas para que se abran una serie de candados para salir. Ahora a la esencia del escape room hay que acompañarlo de una buena historia, un mejor guía (game master) que te meta en la historia, un gran decorado... "tenemos constancia de que algunos pueden tener detrás una inversión de hasta 100.000 euros". No hace falta alcanzar esa cifra para garantizarse el éxito, pero sí un mínimo de "40.000 a 50.000 euros para sorprender", explica Serrallonga.

Porque hay que intentar que desde que el participante pone un pie en el juego se enganche. De hecho en algunos ni siquiera te recibe ese game master que te introduce en la historia sino que se llama a una puerta y a partir de ahí es el ingenio de los usuarios el que tienen que hacer el resto para salvar el mundo de un asteroide, encontrar unas reliquias robadas, localizar unos cuadros falsos... Son algunas de las historias en las que te sumergen unos escape room que ya se dividen por niveles (principiante-avanzado), por edades (niños-adultos) y por decenas de temáticas: historicos, fantasía, miedo, apocalíptico, misterio... "Es parte de su éxito. Siempre hay uno para cada persona". 

Serrallonga se enfrenta a un escape room al día. 200 ha hecho ya "si no he perdido la cuenta". Y aún así le siguen sorprendiendo en algunas ocasiones. Lo ideal es participar en grupos de máximo seis personas "porque al final todas tienen su momento de gloria ya que en algún momento a uno u otro se le enciende la bombilla y saca al grupo del atasco en el que se encuentra". Es cierto que los jugadores no están abandonados y siempre que se estancan pueden recibir alguna ayuda de su guía. Por eso lo más importante es escuchar. 

Solo así en una bodega subterránea a la que se llega tras bajar 50 peldaños te encierra un monje que previamente te ha advertido de la cantidad de grupos que han sido asesinados por los fantasmas de la bodega se puede escapar de una habitación en la que lo primero que te dicen es que hay que comer y beber. Sus creadores, Ribiértete, cuentan con un entorno privilegiado para rodear la historia del misterio necesario, pero también se las ingenian para que las pistas parezcan sacadas de un libro de Agatha Christie. Lo mismo sucede con una de las pruebas de un escape room de Madrid en el que se persigue a un ladrón de reliquias. Para conseguir dar con él habrá que entender por qué delante tenemos sacos de especias con diferentes pesos. Quizá si las pesamos todas y vamos restando acabamos consiguiendo una combinación para ese candado que tiene la pista definitiva. 

En otras ocasiones son varias salas las que hay que ir descubriendo (hasta seis algunas veces) y el ambiente hay que generarlo. Solo así consigues que un grupo de jóvenes acabe encerrado en un armario creyendo que van a encontrar la puerta que les lleve a la siguiente estancia. Y atentos cuando entrar seis personas y hay siete en la habitación. El recién llegado ha salido de la nada y no sabemos si trae la pista necesaria para seguir avanzando o solo intenta que fracasemos. Las salas con temática de terror siempre apuestan por actores extra que dan el realismo necesario para que a la aventura de adivinar se sume el terror. 

Invertir en decoración es una de las claves del éxito de un negocio que poco a poco se va reinventando. Así es como nacen las experiencias inmersivas. Uno de los mayores ejemplos es el espectáculo de 'La casa de papel', que el próximo mes de abril volverá a abrir sus puertas en Madrid. Detrás está Fever. Su responsable de comunicación, Santiago Santamaría, coincide con Serralonga en lo importante que es conseguir meter a los participantes en una historia. En este tipo de aventuras "formas parte de la acción pero no como un espectador, sino como un protagonista". 

A la espera de las primeras impresiones de la experiencia de los primeros que se metan en el papel del famoso profesor y su banda de ladrones sí que tomaron el pulso al posible éxito de este modelo de negocio lanzando uno basado en la película 'Desafío Total' "y fue un éxito". Para una aventura así detrás es necesario que haya un trabajo de guionistas, directores de producción, creativos de experiencias, diseñadores, decoradores y, como siempre, retos que pongan a prueba la destreza mental del usuario. 

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