Los fuegos de Tarragona, Toledo y Ávila arrasan más de 10.000 hectáreas

  • El incendio de la Ribera d'Ebre se encuentra en vías de estabilización. En los dos grandes fuegos originados en Toledo han ardido ya 3.600 hectáreas.
Incendio Tarragona
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Los incendios activos en cuatro grandes focos en la Ribera d'Ebre (Tarragona), Almorox (Toledo) y Cenicientos (Madrid), la ciudad de Toledo y Gavilanes y El Arenal, en Ávila, han quemado ya más de 10.000 hectáreas, según las estimaciones provisionales de los dispositivos contraincendios.

El incendio de la Ribera d'Ebre, que comenzó en la tarde del miércoles, está perimetrado tras afectar a unas 6.000 hectáreas y se encuentra en vías de estabilización, en tanto que entre los dos grandes fuegos originados en Toledo -uno de ellos, el de Almorox, ha afectado también a territorio madrileño- han ardido ya alrededor de 3.600 hectáreas.

1.600 de ellas han sido calcinadas en el frente, por ahora solo perimetrado, a las afueras de la capital toledana, mientras que en el segundo caso, el originado en Almorox que se ha extendido a la Comunidad de Madrid, han ardido alrededor de 2.000, 1.300 de ellas en la región madrileña, donde tuvieron que ser desalojados 400 vecinos de la localidad de Cadalso de los Vidrios.

Por último, el foco iniciado el viernes cerca del municipio abulense de Gavilanes continúa activo y se prevé que quemará más de 500 hectáreas de pinar repoblado, principalmente.

Vista de las llamas producidas por incendio forestal en la localidad toledana de Almorox. EFE / Ángeles Visdómine
Vista de las llamas producidas por el incendio forestal en Almorox. / EFE

En el caso del fuego más grave, el de la comarca tarraconense de la Ribera d'Ebre, el conseller de Interior, Miquel Buch, ha advertido de que las próximas horas aún serán "críticas" para la evolución del siniestro, aunque ya está perimetrado y en vías de estabilización.

Buch ha explicado que el 90 % del perímetro está estable, aunque ha precisado que hay una parte del flanco norte derecho que todavía preocupa a los bomberos, que este sábado trabajaban bajo unas condiciones muy difíciles, con temperaturas extremas y una baja humedad.

Las altas temperaturas provocaron que el fuego se reavivase por la tarde en cuatro puntos, que se han podido contener y apenas queda ya riesgo de reinicio ni de propagación. Los equipos de extinción, compuestos por Bomberos de la Generalitat (unos 350 efectivos con 100 dotaciones), militares de la UME, BRIF, agentes rurales y Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF) han conseguido a lo largo de esta noche consolidar los objetivos de extinción y perimetrarlo en su totalidad.

Cinco carreteras se mantienen cortadas al tráfico: la T-714 entre la Torre de l'Espanyol y Cabacés, la T-2237 entre Vinebre y la Palma d'Ebre, la T-703 a la Palma d'Ebre con C-233, la C-233 entre Bovera y Flix y la C-12 entre Maials y Flix.

Por su parte, el incendio que se declaró el viernes a las afueras de la ciudad de Toledo "está vivo y aún hay riesgo", en palabras del delegado de la Junta, Javier Nicolás. Trabajan en la zona efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional, Bomberos y la Unidad Militar de Emergencias, que se incorporó anoche, junto a personal del Infocam, de la Junta de Castilla-La Mancha.

Nueve medios aéreos y trece terrestres, más otros ocho de la UME que ha trasladado cinco máquinas pesadas, y en torno a 150 personas trabajan en la extinción. Los vecinos de las urbanizaciones cercanas que fueron desalojados pudieron volver durante la noche a sus casas.

Fue también el viernes en la localidad toledana de Almorox donde comenzó el fuego que se propagó a los municipios madrileños de Cenicientos y Cadalso de los Vidrios. El viento podría "complicar" su extinción y el objetivo de los bomberos es "acotar" un fuego que sigue "activo" para que no se extienda la superficie, según explicó a los periodistas el director de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, Carlos Novillo.

La ola de calor dispara los fuegos forestales

Además de estos incendios, la ola de calor ha disparado los fuegos forestales en Castilla-La Mancha, donde se ha contabilizado una veintena desde el jueves, aunque solo se mantienen activos el de Toledo y el de Almorox.

Los cuatro incendios, a los que se han desplazado efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, son los más importantes que se han registrado en coincidencia con la ola de calor, aunque ha habido otros de menor envergadura pero que han quemado, como en el caso de Elche en la madrugada del sábado, miles de palmeras, o de matorral, bosque de ribera y pinar en cinco hectáreas en Cieza (Murcia).

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha asegurado que sigue con preocupación la evolución de los cuatro grandes fuegos y se ha solidarizado con las personas afectadas.

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